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España no tendrá fácil escapar de más penuria económica

Carlos Montero - Viernes, 23 de Octubre

España es la economía estrella actual de la zona euro. El país que se vio envuelto en una de las peores crisis bancaria e inmobiliaria hace apenas cuatro años, se está presentando ahora orgullosamente como el alumno modelo económico de la Unión Europea.

España va a ser el país de más rápido crecimiento entre los "cuatro grandes" del euro - Alemania, Francia, Italia y España - en los próximos dos años, expandiéndose un 3,2 por ciento y un 2,5 por ciento respectivamente, según el Fondo Monetario Internacional.

Esto se compara con el 1,5 por ciento y 1.6 por ciento en Alemania, y un 1,2 por ciento y un 1,5 por ciento en Francia.

El secreto de este éxito radica en la aplicación de medidas de austeridad y reformas estructurales, según lo exigido por Bruselas.

Pero el cambio económico ha atraído a críticos de alto perfil. El economista jefe del FMI se ha negado a hablar de un "milagro" de crecimiento en España.

No hay evidencia de que el crecimiento sea ​​el resultado de la austeridad.

En un nuevo informe, Simon Tilford del Centro para la Reforma Europea también vierte agua fría sobre la narrativa dominante de la recuperación española.

"No hay evidencia de que el crecimiento sea ​​el resultado de la austeridad, y tampoco hay muchas evidencias de que sea el producto de las reformas estructurales", escribe Tilford.

En cambio, se pinta un cuadro de una economía frágil que se ha beneficiado de una serie de vientos a favor, pero que sigue siendo muy vulnerable a otra recesión global.

Éstos son algunos de los retos insuperables que condenan a España a más sufrimiento económico (vía Mehreen Khan, The Telegraph).


Subida del comercio

El buen comportamiento de las exportaciones de España se ha mantenido como la columna vertebral de su crecimiento estelar desde 2013. Gracias a un euro más barato, las exportaciones han crecido en los últimos dos años.

La clave de este crecimiento ha sido un "notable proceso de ajuste de los costes" de España - donde se ha logrado reducir los costes salariales - ayudando a "transformar el sector exportador en una máquina capaz de competir a un alto nivel", señala Ángel Talavera en Oxford Economics.

Pero las exportaciones también han ido acompañadas de una caída de las importaciones, ya que los españoles  han soportado niveles de vida más bajos y un alto desempleo, señala Tilford.

La composición de las exportaciones es también un motivo de preocupación. Más de la mitad del crecimiento ha venido de bienes "de poco valor", como alimentos y combustible.

No hay nada preocupante en esto per se, pero sí socava la afirmación de que el éxito de las exportaciones del país está directamente relacionado con las tan cacareadas reformas estructurales y la desregulación.

"Si las reformas españolas hubieran impulsado la innovación y la productividad, habría un cambio estructural en favor de los bienes de mayor valor en la composición de las exportaciones españolas," dice Tilford.

Por otra parte, si las industrias de exportación van a alimentar realmente una recuperación sostenible y robusta, tendrán que depender menos de los factores temporales, como una moneda débil y los bajos salarios, y elevar la cadena de valor hacia una industria manufacturera más avanzada. Hasta el momento, hay pocos indicios de este fenómeno en las empresas españolas.


Efectos perniciosos de la deflación

España sigue sumida en la deflación. La caída de precios es una bendición ostensible para el crecimiento económico, ya que impulsan los ingresos de los consumidores.

Pero con los precios al consumo bajando un 0,9% en septiembre, este descenso en territorio deflacionario tiene implicaciones peligrosas para el crecimiento económico y sobre una espiral de costes de la deuda.

El PIB nominal de España - una medida de crecimiento que incluye la inflación - está ahora por debajo de los niveles de hace siete años. Esta medida es un indicador importante para los bancos centrales, que tienen un objetivo implícito de alrededor del 4 al 5 por ciento.

La caída de precios es especialmente perniciosa para una economía con un alto nivel de endeudamiento. La proporción actual de deuda respecto al PIB se sitúa en el 94 por ciento. El proceso de pago de esta deuda - o "desapalancamiento" - es doblemente difícil cuando los precios caen, ya que aumenta el valor real de los pasivos y pone más presión sobre las finanzas públicas.

"A pesar de que las empresas, los hogares y el gobierno trata de ahorrar más y gastar menos, y los bancos encogen sus balances, el nivel de deuda total de España es mayor que en 2008," señala el informe CER.

La deuda combinada de España es la más alta de las economías europeas (ver gráfico)
 



¿Cuándo sufriremos otra recesión?

La recuperación cíclica de España no ha finalizado. Pero sus fundamentos económicos - como el desempleo, la productividad y la deuda - sugieren que es vulnerable a otro gran "shock externo" o a un descenso gradual en otra recesión global.

Como escribe Tilford: "Los ciclos económicos son cada vez más cortos y las crisis más profunda". En este sentido, España "tendrá pocas herramientas políticas a su alcance para combatir un debilitamiento renovado de la demanda interna".

Y como siempre en la zona euro, también se vislumbra en el horizonte el riesgo político. Las elecciones a finales de este año pondrán de manifiesto el fin de la hegemonía del bipartidismo. Pero sin importar el color político del nuevo gobierno, no está sobre la mesa una expansión fiscal.

La Comisión Europea ya ha enviado sus proyectos de planes presupuestarios para España, exigiendo más recortes y mayores ingresos fiscales para evitar el incumplimiento de los objetivos de déficit.

El gobernador del banco central de España, José María Linde, advirtió que ningún gobierno debería "violar la senda de consolidación fiscal de España" ya que pondría en peligro la recuperación.

Tampoco es probable que la política monetaria proporcione mayor estímulo en caso de otra crisis. El programa de QE del BCE expira a finales de 2016, y las bajas tasas de interés serán cosa de la historia cuando el resto del bloque comience a mostrar signos de recuperación.

En palabras del Tilford: "España se enfrenta a un montón más de dolor".
 

Fuentes: Mehreen Khan (The Telegraph)




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