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Europa se parece a EEUU con 3 años de retraso

Redacción - Miercoles, 22 de Abril


La rebaja en las rentabilidades de los bonos europeos hasta mínimos históricos y los bajos niveles de inflación han generado muchas especulaciones sobre una cierta “japonización” de la economía europea. No obstante, los analistas de Deutsche Bank no son tan negativos y creen que la actual situación en Europa se parece más a la de EEUU con tres años de retraso que a la de Japón en las últimas dos décadas. Varias son las razones: 
1. A diferencia de lo ocurrido en Japón, tanto en EEUU desde 2010 como en Europa (principalmente desde 2012) el exceso de deuda se ha traducido en una fuerte contracción del crédito. Esto ha permitido ajustar los balances de empresas y familias que pueden ahora aprovecharse de los bajos tipos de interés para incrementar su consumo y su inversión, lo que reduce las presiones deflacionistas. 
 

2. Tanto en EEUU (ya desde el inicio de la crisis) como en Europa (más recientemente) los tipos reales a largo plazo se han situado en niveles negativos, lo que facilita la reducción de la deuda. En Japón, si eliminamos el efecto puntual de la subida del IVA de 1997, los tipos reales han estado siempre en positivo.


3. Japón ha sufrido una continua apreciación de su divisa en las últimas dos décadas (si se compara con las divisas de sus principales socios comerciales), lo que ha incrementado las presiones bajistas sobre los precios (en algún momento el yen llegó a tener niveles de sobrevaloración del 40%). Mientras, en términos reales, respecto a las divisas de sus principales socios comerciales, el euro está un 15% por debajo de los niveles pre-crisis. En resumen, según los analistas de DB, el mayor problema de Europa es que la inflación mundial está actualmente un 2% más baja de la existente a primeros de los años 90, cuando Japón inició su periplo deflacionista. Esto incrementa el nivel necesario de respuesta para evitar el peligro de deflación, de ahí la actuación decidida del BCE, que está dispuesto a seguir comprando deuda hasta 2016, incluso pese a que tras un solo mes de compras, el 40% de los títulos europeos susceptibles de ser comprados ofrecen ya rentabilidades negativas y el euro ha acelerado sus caídas (desde el verano el dólar ha avanzado un 25% frente al euro).
 

 

Análisis Deutsche Bank




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