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Exxon Mobil y el Poder estadounidense

Germán Gorraiz-Analista - Lunes, 22 de Abril

Steve Coll, dos veces del Pulitzer en su libro "Imperio privado: Exxon Mobil y el poder estadounidense”, afirma que “Exxon Mobil es un Estado empresarial dentro del Estado americano y tiene sus propias reglas de política exterior”. Asimismo, añade que "Exxon Mobil se considera a sí misma, orgullosamente, como un Estado soberano e independiente, como su propio gobernante, con su propia política exterior y su propia política económica”. Exxon Mobil formaría parte además de la Cuarta Rama del Gobierno de EEUU, devenido en Estado paralelo y verdadero poder en la sombra cuyos tentáculos se extienden a todas las esferas de Poder teledirigiendo la política exterior de EEUU en función de sus intereses.

Según un artículo publicado por el New York Times, una buena parte de la producción petrolera de Irak tendría como destino China, dado que las compañías occidentales (Exxon Mobil, Shell, BP y otras serían reacias a invertir en dicho país, pues las regalías, impuestos y otros cargos cobrados en Irak suelen engullir el 90% o más de las ganancias de una empresa petrolera, mientras que las inversiones en EE. UU. consiguen una ganancia del 50% aunado con el hecho de que EE. UU. importa tan solo el 3% de sus necesidades petrolíferas de Iraq.

Así, el Gobierno de Al Maliki firmó en 2008 un acuerdo con China cifrado en 3.000 millones de dólares, mediante el cual la firma estatal China National Petroleum Corp. (CNPC) obtuvo los derechos de explotación durante 23 años del campo petrolífero de Al Ahdab (el mayor yacimiento abierto en Irak durante las dos últimas décadas con una producción estimada de 25.000 barriles diarios) recibiendo de parte china la condonación del 80 por ciento de la deuda heredada de la época de Sadam Hussein, estimada en unos 8.500 millones de dólares.

En la actualidad, la apuesta de las petroleras occidentales por una transición hacia la energía renovables, estaría siendo aprovechada por petroleras estatales de China y Rusia como Lukoil y PetroChina para adquirir una mayor porción de activos relacionados con el petróleo en Irak. Así, según anunció el Ministerio de Petróleo de Irak, Inpex (la principal compañía petrolera de Japón, aliado clave de Estados Unidos) iba a vender su participación del 40% en el Bloque 10 del campo de Eridu, uno de los mayores descubrimiento de petróleo de las últimas décadas y cuyo control fue asumido por la petrolera rusa Lukoil.

Asimismo, el gigante energético estadounidense Exxon Mobil ha abandonado formalmente el yacimiento petrolífero West Qurna 1 en el sur de Irak, entregando sus operaciones a PetroChina, que se queda con la participación mayoritaria de uno de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo. Así, el campo West Qurna tendría unas reservas estimadas en más de 20.000 millones de barriles y representa cerca del 15% de la producción total iraquí estimada en más de 4 millones de barriles diarios.

Ello sería un triunfo de la política exterior china obsesionada con incrementar sus fuentes energéticas así como un severo revés para los intereses geopolíticos de EEUU, pues Exxon Mobil, la mayor petrolera estadounidense, dejará de tener presencia en el sector energético de Irak, lo cual habría encendido las alarmas del lobby petrolífero y no sería descartable que intente recuperar el control de los yacimientos petrolíferos iraquíes por métodos expeditivos.

Germán Gorraiz López- Analista 




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