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Ganar en bolsa es un préstamo del mercado a un interés muy elevado

Carlos Montero - Lunes, 16 de Mayo

El control metal es básico para la correcta toma de decisiones en los mercados financieros. En muchas ocasiones les he aconsejado la práctica de ejercicios de relajación –meditación, yoga- para que el componente psicológico de toda operación sea el menor posible. Ahora bien, como demostraremos a continuación el mayor nivel de hormonas del estrés incrementa la asunción de riesgos por parte del inversor, pero esto no tiene por qué ser negativo.

Hay muchos estudios que demuestran la importancia de hormonas como la testosterona y cortisol en la toma de riesgos. El analista Wesley R. Gray de Alpha Architect realiza un interesante artículo sobre el tema el cual comentamos a continuación:

Diversos estudios han demostrado que las hormonas, en particular la testosterona y el cortisol, pueden influir en nuestras personalidades, comportamientos sociales y liderazgo.

Por ejemplo, Jia, Van Lent y Zeng (2015) encontraron que los consejeros delegados varones con más altos niveles de testosterona son propensos a estar asociados con información financiera errónea. Coates demostró que mayores niveles de testosterona conducen a una mayor toma de riesgos.

Las hormonas también juegan un papel fundamental en los procesos cognitivos que guían la toma de decisiones financieras. Los investigadores están tratando de entender 1) qué tareas específicas de toma de decisiones financieras se ven influenciadas y 2) la naturaleza dinámica de esos efectos.

Los efectos pueden ser dinámicos porque el éxito o el fracaso financiero asociado a estas decisiones pueden a su vez afectar los niveles hormonales, en un circuito de retroalimentación. Algunos han sugerido que este bucle de retroalimentación, y la interacción dinámica del comportamiento, los resultados y las hormonas, pueden explicar la aparición de burbujas bursátiles.

En el trabajo que expondremos a continuación de John Nofsinger y su equipo, se trata de ver los efectos de la testosterona y el estrés en:

1) Las decisiones orientadas hacia un objetivo, como la decisión de colocación de activos

2) Las decisiones especulativas o de reequilibrio.

Nofsinger y su equipo llevaron a cabo tres ensayos con los estudiantes graduados de la Universidad de Toronto, utilizando una muestra de 39 estudiantes de un curso de software financiero. Los participantes estaban familiarizados con los procedimientos de simulación de negociación financiera y también tenía algún conocimiento financiero básico. Los ensayos se llevaron a cabo al final del curso, y a los participantes se les dijo que su desempeño podría estar vinculado a una recompensa monetaria y tendría un gran impacto.

En primer lugar, se recogieron muestras de saliva (utilizada para medir los niveles de testosterona y cortisol) inmediatamente antes del ensayo

Primera prueba: Toma de decisiones de colocación de activos (modo básico)

A los participantes se les dio 500.000 dólares virtuales para invertir. El objetivo era hacer crecer este importe hasta 1,5 millones de dólares a finales de un horizonte temporal de 20 años simulados, lo que significaba que tendrían que alcanzar un rendimiento anualizado de al menos el 5,65%.

Segunda prueba: Toma de decisiones de colocación de activos (modo competitivo)

Antes del segundo ensayo los participantes vieron los resultados de la primera prueba. Comprobaron si habían alcanzado el objetivo en la primera prueba, y su clasificación dentro del grupo.

Después tuvieron que repetir de nuevo el primer ensayo. La única diferencia es que los participantes estaban más estresados después de conocer su rendimiento absoluto y relativo de la ronda previa.

Tercera prueba: Tarea de revisión.

En la tercera prueba los sujetos tuvieron la oportunidad de reequilibrar sus carteras a los 5, 10 y 15 años.

Al final de los ensayos se tomó otra muestra de saliva.

En la primera prueba, 34 de las 39 carteras consiguieron el objetivo de obtener los 1,5 millones de dólares.

Después de revisar los resultados de la primera prueba, los participantes repitieron la tarea de asignación de cartera, pero en modo competitivo. Como la mayoría de los participantes lograron el objetivo del primer ensayo, se esperaría que eligieran la misma asignación en la segunda. Sin embargo, sólo 5 lo hicieron.

La mayoría de los participantes aumentaron sus posiciones en activos de mayor riesgo, con mayores expectativas de retorno para el segundo ensayo. Dado que la única diferencia entre las pruebas era un entorno más competitivo en la Prueba 2, los autores atribuyen el aumento de la toma de riesgos a una respuesta al mayor nivel de competencia.

Los autores examinaron si estos cambios de comportamiento estaban relacionados con los niveles hormonales. Encontraron que en el modo competitivo, los participantes con los niveles más altos de testosterona y cortisol eligieron carteras más diversificadas para reducir el riesgo no sistemático. Así, aunque se incrementó el riesgo, no fue un riesgo imprudente sino calculado.

En el ensayo 3, los autores encontraron que cuanto mayor era la rentabilidad alcanzada, mayor era el nivel de la testosterona en los sujetos. Esto apoya la idea de que los resultados pueden conducir a cambios hormonales.

Conclusión

Robert Shiller ha argumentado que las burbujas especulativas son impulsadas ​​por el aumento de los precios, que afectan al optimismo de los inversores, que impulsan más las compras. La evidencia en este trabajo es consistente con esta idea y sugiere que ganar aumenta más la asunción de riesgos. 




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