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Helicopter Money

Droblo - Jueves, 12 de Enero

Aunque parece que la idea es anterior, el que creó la figura del helicóptero soltando billetes fue el economista Milton Friedman que en un paper de 1969 empezó una parábola diciendo más o menos esto: “Supongamos que un día un helicóptero vuela sobre esta comunidad y deja caer una cantidad de dinero adicional desde el cielo, que es a toda prisa recogido por sus miembros. Supongamos, además, que todo el mundo está convencido de que este es un evento único irrepetible…” siendo su idea explicar medidas de política monetaria eficaces contra la deflación. En el mundo teórico se volvió a escribir sobre esto las décadas siguientes pero fue Ben Bernanke, años antes de ser presidente de la FED norteamericana, en 2002, quien volvió a popularizar el término de un “helicopter money” como lucha contra una posible deflación.

Ahora que hay una comprensible decepción ante los resultados de tantas medidas de política monetaria extrema, hay una corriente que, lejos de criticarlas, explica que si sus consecuencias no son tan beneficiosas como esperaban, es porque no han sido lo bastante agresivas. Y consideran que el siguiente paso es el “helicopter money”, crear dinero de la nada e inyectarlo directamente en la economía. La mayor parte de los economistas están en contra porque consideran que podría provocar una inflación descontrolada y un aumento de la desconfianza hacia el sistema financiero y una caída del valor de las monedas… Es decir, lo mismo que decían (yo también lo hacía) hace 8 años cuando se empezó a hablar del programa de flexibilización cuantitativa (QE) de la FED pero la inflación sólo existió –y existe- en el precio de algunos activos, los bancos centrales y el dinero público aplacaron las dudas –en su mayoría- del sistema financiero y las divisas se ha movido tan erráticamente como antes… ¿Tendrán esta vez razón? Por el contrario, los que están a favor creen que si el banco central de turno crea dinero para financiar unas infraestructuras que permanezcan en el tiempo y crean empleo o aumentan el consumo dando una paga extra a los ciudadanos o incluso eliminan deudas soberanas para que los estados puedan mejorar sus finanzas… merecerá la pena el riesgo. Como vimos el otro día, esto es un fraude porque el dinero debe ser un sustituto del trueque, de algo real pero claro, si funciona aunque sea una trampa, ¿por qué no intentarlo?

Mi oposición al helicopter money se basa principalmente en estos dos argumentos:

El primero es que creer que la creación de dinero de la nada es la panacea es olvidar lo que ha estado pasando los últimos años en los que, a todos los efectos, ya se ha inyectado en las economías una liquidez que antes no existía. Sí, no es dinero de la nada porque en realidad es dinero traído del futuro puesto que la idea es que sea temporal pero a efectos de corto plazo significa lo mismo. Es decir, cuando la FED compró deuda a los bancos éstos se comprometieron a devolver ese dinero y se supone algún día lo harán (de momento la FED lleva dos años sin comprar pero su balance no baja porque nada ha vencido) o cuando BCE compró bonos italianos (que sigue comprando y ya hay quien dice que si alguna vez deja de hacerlo el país tendrá problemas para poder colocar toda su deuda), aunque espere que algún día Italia devuelva ese dinero, lo cierto es que de momento es un dinero que no existía y ya apareció (de repente un estado encuentra un comprador para lo que emite que antes no estaba). De hecho, quien dice que el helicopter money serviría para que el dinero llegara al ciudadano parece olvidar que eso ya ha ocurrido con la QE, por ejemplo si BCE no hubiera empezado a comprar deuda española en 2012 los recortes hubieran sido brutales, seguramente los pensionistas españoles cobrarían un XX% menos

Ya hemos visto los efectos de inyectar liquidez nueva y han sido positivos en el corto plazo a la vez que discretos porque se esperaba más ya que no evitaron ni la deflación (que parece ha estado más relacionada con los vaivenes de los precios del crudo) ni consiguieron aumentar la velocidad de circulación del dinero. Y para colmo no tenemos ni idea de sus consecuencias en el medio plazo, y algunas negativas ya las estamos viendo en el enorme riesgo bancario de haber comprado tanta deuda a tipos ultrabajos. El mejor ejemplo lo tenemos en Japón: su banco central lo compra todo, incluidas acciones de bolsa y fondos, los tipos son tan bajos que la envejecida población japonesa ya no sabe qué hacer para ahorrar para la jubilación, ¿De verdad nos creemos que algún día el Banco de Japón reducirá su balance vendiendo todos esos activos, que encontrará contrapartida a todo eso? No lo creo, seguirá interviniendo indefinidamente con lo que en la práctica ya está aplicando el crear dinero de la nada, ¿qué más da crearlo de la nada de golpe que crearlo cada vez que compra un activo si nunca va a exigir la devolución del dinero inyectado?. Y sus resultados tampoco son convincentes, más bien parece una enorme patada para adelante camino del precipicio.

En resumen, aplicar el helicopter money no creo transforme la situación actual porque a día de hoy no sería ningún cambio con lo que ya hay y sin embargo, es cierto que los riesgos de desconfianza hacia el sistema financiero aumentarían. También afectaría a la credibilidad de la moneda del país que lo pusiera en marcha ya que no creo fuera una decisión global de todos los bancos centrales (por desgracia hay muchos ejemplos de países que se han visto afectados por emitir moneda sin el respaldo suficiente). En cuanto a si aumentaría la inflación a niveles exagerados, nadie lo sabe y tendría mucho que ver con la forma en que se aplicara; sinceramente, y sé que en eso soy minoría, no creo que ese fuera el mayor obstáculo.

Mi segundo argumento, y lo que considero es el mayor problema, es que la única forma en que el helicopter money funcionara sin excesivos riesgos es que fuera como lo planteó Milton Friedman: un evento irrepetible, una excepcionalidad. Y siendo realistas, eso no pasará. Recordemos que la primera QE lo iba a ser, que las primeras compras de bonos soberanos de BCE eran puntuales, que los tipos negativos eran la última frontera… No, si hay un instrumento de política monetaria que se puede utilizar, se va a utilizar. Y si mañana BCE reparte mil euros a cada europeo (por ejemplo), funcione o no funcione, eso es lo de menos, habrá un clamor popular para que eso se repita otra vez, y luego otra vez. Incluso si fuera para alguna obra puntual que sirviera para el bien de la humanidad, por ejemplo que la FED creara dinero para salvar la Amazonía por ejemplo, mañana se le pediría que lo creara para ayudar a eliminar la contaminación del río Niger, y si un banco central decide perdonar las deudas que tiene en su balance, dentro de un tiempo le reclamarán que perdone más. Crear riqueza y crear dinero no es lo mismo pero si lo equiparamos y lo hacemos oficial, aunque sea una sola vez, la tentación de volverlo a hacer –ya está pasando- será tan fuerte que acabará perdiendo todo valor porque la política monetaria no es una solución, es un instrumento que se debe usar con mucha prudencia porque se puede descontrolar y sus excesos son difícilmente reversibles. ¿O es que alguien cree, por ejemplo, que no será traumático para la Eurozona si algún día BCE deja de comprar deuda y sube los tipos?

Lo peor de todo esto es que crear dinero no resuelve los defectos de nuestro sistema económico pero sin la confianza en el dinero, nuestro sistema económico no puede funcionar y colapsará. Y sin embargo, personalmente creo que seguirán tensando la cuerda, de hecho el nuevo libro que estoy escribiendo se titula “Pagar para comprar deuda y otras locuras que anuncian una crisis mayor” y no sé si lo acabaré porque según lo desarrollo más deprimido me siento porque no veo cómo puede acabar bien.

Droblo




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