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Hipotecas por el 125% de la casa: así se gestó la burbuja inmobiliaria en Holanda

Redacción - Lunes, 23 de Septiembre

La burbuja inmobiliaria de Holanda ha terminado por estallar. El país, que ha sido modelo durante un tiempo, tiene hoy una deuda notable y sufre las secuelas de las políticas gubernamentales que, durante mucho tiempo, animaron el endeudamiento masivo de los hogares a través de incentivos fiscales.

Durante años, el gobierno alentó a los holandeses a la compra: muchos se endeudaron gracias, en buena parte, a que el Estado permitía desgravaciones fiscales superiores al 50% sobre los intereses hipotecarios abonados.

Además, los potenciales compradores fácilmente podían encontrarse con bancos que financiasen hasta el 125% del valor, según recoge en un artículo el Wall Street Journal. Suficiente para la compra e incluso amueblar o reformar su nuevo hogar, así como para cubrir los costes de transacción.

Esta situación provocó además de un gran endeudamiento, un repunte notable de los precios de la vivienda, cada vez más inflados. Hasta que llegó la crisis financiera que, en mayor o menor medida que en otros países europeos, terminó por golpear también a Holanda. El país empezó a sentir los efectos de la recesión en la Eurozona, el desempleo fue en aumento, el consumo cayó...

Un contexto nada favorable para una sociedad altamente endeudada, donde es común vender la casa después de unos años y con la reventa obtener suficiente dinero para devolver el préstamo e incluso sacar un beneficio. El problema es que los precios de la vivienda han estado cayendo desde el comienzo de 2009. Los datos más recientes muestran que hasta casi un 10% en el año.

En un contexto económico no tan propicio, muchos ciudadanos tienen problemas para devolver sus préstamos. La deuda de los hogares ronda hoy el 250% del PIB. Otro gran problema relacionado con las hipotecas y el precio de las viviendas. Y la deuda hipotecaria holandesa supera el 110% del PIB, según datos que recoge WSJ, frente a un pico en los Estados Unidos de menos del 90%.

Con una deuda pública que prevé rondar el 75% del PIB este año y un déficit estimado del 3,4% del PIB este año y del 3,7% el próximo, en torno a los objetivos que impone la Comisión Europea, el Gobierno tiene cierto margen para apoyar la economía. Pero con unas hipotecas por el 125% de la vivienda, es probable que muchos holandeses tengan grandes dificultades para devolver sus préstamos, lo que hace prever problemas también para la banca y puede obligar al Gobierno a tener que soportar una parte considerable de la carga.

Muchas son hoy las críticas por la facilidad con la que los bancos concedieron las hipotecas en Holanda. Más de una década atrás, el banco central holandés reconoció los peligros de esta euforia, pero sus advertencias no fueron escuchadas, recordaba en un artículo reciente el alemán Der Spiegel. Sólo el año pasado, el nuevo gobierno conservador-liberal bajo el mandato del primer ministro Mark Rutte, modificó algunas lagunas fiscales generosas, que poco a poco comenzaron a expirar en enero. Pero ahora es demasiado tarde.

elEconomista




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