La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Las burbujas de antes no son como las de ahora. Todo va más rápido y todo es más grande

Antonio Iruzubieta - Jueves, 21 de Diciembre

La primera burbuja de la que se tiene conocimiento es la fiebre especulativa que se produjo con los Tulipanes en Holanda 1.634, “Tulipmanía”. Fue un proceso de irracionalidad especulativa en estado puro. Desde entonces, se han sucedido numerosos episodios de especulación irracionales en infinidad de sitios y sobre distintos activos que han terminado de igual manera. Las burbujas más sonadas de la historia se producían espaciadas en el tiempo pero las últimas décadas concentran el mayor número de excesos, desequilibrios y procesos de burbujas y pinchazos. Actualmente, además de los excesos inmobiliarios citados existe preocupación ante un ciclo de crédito USA finalizado y mostrando síntomas de valoraciones inexplicables o sobre los excesos de deuda en China y en general globales. Los mercados de acciones, por su parte, se encuentran ante los últimos coletazos de la expansión económica, de la expansión del crédito y frente al final de los programas de expansión cuantitativa.

Mientras que las bolsas suben sin pausa, los inversores presentan un nivel de optimismo acorde y sólo alcanzado en momentos que coinciden con techos importantes de mercado.

Pero resulta que en USA los ciudadanos de a pie tienen cada vez más problemas para pagar sus deudas, atender préstamos adquiridos para comprar coches o para estudiar o para cubrir los saldos negativos de las tarjetas de crédito.

La demanda agregada se mantiene apática y el consumidor en unas condiciones de estancamiento de los salarios, precariedad laboral o sobre endeudamiento que hacen muy difícil una recuperación sostenida del consumo, que aporta dos tercios al crecimiento de PIB, o de los beneficios empresariales.

Las empresas tampoco esperan una mejora importante de las ventas pero, sin embargo, cotizan en niveles muy elevados y que deberían estar descontando un fuerte incremento de actividad y beneficios. Pero la realidad es bien distinta y el nivel de sobre valoración alcanzado es fruto precisamente de alzas de cotizaciones sin justificación fundamental.

Las empresas han sido artífices importantes del proceso de alzas de mercado a través de la compra de sus propias acciones, acumulación de autocartera que este año ha detenido la actividad frenética de los últimos años y supone un motivo para la reflexión. 

Otro de los factores que explica la fuerte subida de las bolsas ha sido la determinación de las autoridades por manipular o reflacionar según sus palabras, los mercados. Los banqueros no pueden comprar crecimiento y demanda sostenida -contra deuda- desde sus despachos pero manipular las cotizaciones es efectivo y mucho más sencillo, aunque también genera desequilibrios.

Pero esa determinación también ha alcanzado su fase final ahora que los bancos centrales están reduciendo programas expansivos e incluso -FED- iniciando programa de contracción de su balance.

Los gestores de Hedge Funds sin haber conseguido en su mayoría batir al índice de referencia en los últimos años, ahora presentan el mayor nivel de exposición a la bolsa en 11 años. 

Los Hedge Fund se caracterizan, entre otros, por emplear altos niveles de apalancamiento en sus estrategias y son por tanto de reacciones más nerviosas. De ahí la inquietud sobre una hipotética pronta retirada en masa cuando detecten peligro. 




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