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Las empresas y sus inversores deben empezar a aceptar la nueva realidad del crecimiento

Carlos Montero - Martes, 02 de Febrero

Diversos bancos de inversión estadounidenses han mostrado recientemente su preocupación por la recesión de beneficios en EE.UU. Los beneficios de las compañías que forman el S&P 500 alcanzaron su techo en el tercer trimestre de 2014. La caída desde esos máximos ha sido del 14% como vemos en la siguiente tabla de Researched Affiliates.

Se muestra claramente que gran parte del deterioro de resultados viene del mal comportamiento del sector energético, aunque no exclusivamente. El sector de materias primas, industriales, consumo básico y telecomunicaciones, tambien ha visto caídas en sus beneficios en este periodo. Por otro lado, las alzas en el resto de sectores es testimonial.

En la siguiente tabla de Research Affiliates se muestra la evolución del PER en el S&P 500 en los últimos trimestres, y como vemos que se ha expandido ante la caída de los beneficios y el incremento de los precios desde el pico de resultados.

Los investigadores de Research Affiliates (R.A.) creen que la recesión de beneficios está cerca de finalizar. Estos son sus argumentos: A su debido tiempo, los productores de petróleo retirarán oferta del mercado, los inventarios caerán, los precios se recuperarán, los márgenes volverán a la normalidad. Esto llevará de nuevo los resultados del sector al alza, y con ellos al resto del mercado.

Pero a pesar que estos beneficios irán al alza, la tasa de crecimiento secular en el BPA será mucho menor que en las décadas pasadas. “Durante casi un cuarto de siglo hemos experimentado ganancias creciendo a un ritmo más rápido que el PIB. Pero esto es anómalo. El crecimiento real de equilibrio en las ganancias empresariales por acción no puede exceder del crecimiento real del PIB per cápita, el crecimiento real de los salarios, y el crecimiento de la productividad real sobre una base de largo plazo”, afirma Research Affiliates.

Estos analistas añaden que la burbuja en las ganancias corporativas se debe a la globalización vista durante los 50 años siguientes a la Segunda Guerra Mundial. Pero aunque los ingresos de trabajo y capital pueden variar cíclicamente, tienden a volver hacia los promedios en el largo plazo.

En suma, aunque uno de los factores determinantes de la actual tendencia bajista en los mercados de renta variable puede estar cerca de finalizar -la recesión en las ganancias empresariales-, el crecimiento corporativo esperado en los próximos años será sensiblemente más bajo que en las últimas décadas. Esto inevitablemente vendrá aparejado de unos ratios de valoración exigidos inferiores, y por consiguiente a un ajuste de precios de las acciones a la baja.




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