La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Los costes de la inmigración sobre las finanzas públicas.

Santiago Niño Becerra - Jueves, 11 de Agosto

En relación con el texto que publiqué en La Carta de la Bolsa el pasado 3 de Junio  recibí un mail de un lector en el que me adjuntaba un estudio realizado por dos economistas noruegos en relación al impacto sobre las finanzas públicas de Noruega del gasto absorbido por la inmigración:  Erling Holmøy y Birger Strøm “The effects of more immigrants on   public finances”

El texto es muy claro, y más claro aún es el gráfico que lo acompaña.

 

 

Mi lector añadía un comentario:

“Queda claro que el último grupo, básicamente, jamás contribuirá a las arcas públicas y siempre estarán entre los que reciben más de lo que aportan, mientras que los otros dos grupos tienen unas perspectivas para el futuro relativamente similares y más o menos con una contribución neta positiva. La pregunta obvia es, ¿cuánto van a tardar en cerrarse, al menos parcialmente, las fronteras de los países ricos en vista a situaciones como esta? Seguramente no muchos años, en preparación para los grandes movimientos de población que se generarán a causa del cambio climático (entre otras causas) en el futuro”.

Mi respuesta:

“Una previsión a un siglo, y más hoy, debe tomarse con pinzas, pero en cualquier caso la tendencia está clara. Noruega es un caso muy especial porque su población es baja y porque tiene uno de los mayores fondos soberanos del planeta, pero lo es hoy: un fondo, en el fondo, valga la redundancia, no es más que un conjunto de activos financieros que hoy rinden X y que se supone que mañana -donde quiera que ese 'mañana' se sitúe- van continuar rindiendo una cantidad supuesta, pero no deja de ser una suposición; y la población puede variar en un espacio de tiempo muy breve como actualmente estamos viendo. Y más aún: el mayor supuesto: se supone que con ajustes más o menos significativos el modelo de protección social va a seguir existiendo. Como Ud. apunta los movimientos migratorios, y por pura lógica, serán regulados máxime porque la demanda de trabajo tiende a menos. Por otra parte y por lo anterior un modelo de protección social como el conocido no es financiable (insisto en que el caso de Noruega es muy específico).

 

Pienso que ese estudio puede ser leído por su reverso, es decir, esto es lo que podría suceder de seguir las cosas como ahora, lo que no va a pasar porque hacia donde apunta la dinámica histórica no es posible que eso suceda. Pienso que en el 2020 se producirán las primeras roturas visibles en esas tendencias”.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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