Los grandes bancos estadounidenses “se han comido el almuerzo” de todos los demás

Redacción - Jueves, 21 de Julio

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Años después del estallido de la crisis, la mayoría de las partes implicadas coinciden en encontrar un culpable: la banca. Tras la lluvia de millones que numerosas entidades han recibido para sanear sus cuentas e impedir males mayores, hay quien considera que debería permitírseles sentir el impacto de los riesgos que asumieron. En opinión del estratega jefe de Diapason Commodities Management, Sean Corrigan, esta tiene que ser la forma de actuar si se quiere conservar el sistema actual. "Si quieres que permanezca alguna porción de libre mercado, no puedes tener mantener un bienestar socialista para las empresas y esperar que toda la austeridad recaiga sobre la parte baja", indicó en declaraciones a la CNBC. "Se supone que estamos en un mercado en el que los inversores informados toman decisiones para invertir su capital y cuando el riesgo estalla, tienen que pagar por ello", asegura el experto. Por eso cree que el rescate de muchos bancos estadounidenses al comienzo de la crisis, tras el colapso de Lehman Brotehrs, fue un equívoco. Habrá un Q3 Corrigan cree que las pocas entidades privilegiadas que se agrupan en torno a la Fed y el Tesoro estadounidense "ya se han comido el almuerzo de todos los demás". Pero, a pesar de las ayudas recibidas, Bernanke acabará por anunciar una tercera ronda de inyección de liquidez una vez que hayan pasado la principales turbulencias económicas y financieras. Bernanke enfría la posibilidad de más estímulos. "Si un banco quiebra, sus activos irán a parar a manos más sólidas", afirma, algo que pueden aprovechar los mercados, "profundamente globales". "Hay billones de dólares en el mundo, con montones de personas buscando oportunidades de inversión. Dadles una", apunta. El experto también hizo referencia al debate sobre el límite de la deuda de EEUU. "Sabemos que la deuda es casi impagable bajo la estructura actual", señaló, pero "sólo podemos esperar que los esfuerzos se vayan a hacer, aunque no siempre podemos aprobar la dirección que toman", escribe elEconomista.es Antes del 2 de agosto, demócratas y republicanos deben alcanzar un acuerdo sobre el tope legal de la deuda de Estados Unidos. Si sigue siendo de 14,29 billones de dólares, el Estado federal deberá elegir cuáles deudas pagar y cuáles postergar.


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