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Los griegos, hacia el referéndum del domingo entre el enfado y la confusión

Lefteris Karagiannopoulos y Renee Maltezou - Jueves, 02 de Julio

Grecia se encamina a celebrar un referéndum este fin de semana que podría decidir su futuro en la zona euro, después de que las colas frente a los cajeros automáticos se convirtieran en el símbolo más evidente del enfrentamiento entre el Gobierno de izquierda y sus acreedores internacionales.

El rechazo del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, a los términos del "chantaje" de sus acreedores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), que exigen recortes de gastos y subidas de impuestos, indignó tanto a los socios del país que no hay esperanza de un acercamiento antes de la consulta del domingo.

Mientras los bancos de Grecia se mantienen cerrados por cuarto día y el país aplica controles de capitales, el ministro de Finanzas Yanis Varufakis vinculó su futuro al resultado de la votación, y dijo que dimitiría si el llamamiento del Gobierno a votar por el "no" a los términos del rescate es ignorado.

El futuro de Tsipras como primer ministro también estaría en duda.

"La gente está completamente confundida. Y la culpa es 100 por cien de los políticos. Ellos son responsables por la situación en la que estamos hoy", dijo el jubilado Thanos Stamou.

Como resultado, el domingo los griegos deberán tomar una decisión sobre un tema que su Gobierno fue incapaz de decidir durante meses de meses de ásperas negociaciones con sus socios de Europa.

"El futuro de Grecia está en manos del pueblo griego", dijo Jeroen Dijsselbloem, presidente del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro.

"Si el resultado es positivo, entonces está naturalmente en el bando europeo la disposición de ayudar a Grecia para salir de la crisis", sostuvo. "Si el resultado es negativo, entonces el futuro será más complicado", indicó.

Tsipras tiene mucho en juego. Lo más probable es que su Gobierno caiga si los votantes respaldan el plan de rescate que él ha rechazado por considerarlo como una "humillación" para Grecia.

Su coalición ya se está desmoronando porque una serie de diputados del partido de los Griegos Independientes, su socio menor en la alianza del Gobierno, ya han dicho que apoyarán el "sí".

Tsipras y Varufakis siguen convencidos de que Atenas puede negociar mejores condiciones para el rescate, incluyendo una reducción de la deuda, si los votantes rechazan los términos de la última oferta de la zona euro.

Consultado por Bloomberg Television por si todavía seguirá en su cargo el lunes por la noche si los griegos votan por el sí, Varufakis, un profesor de economía respondió: "No estaré (...) personalmente no firmaré otro (acuerdo) ampliado y fingido".

El único sondeo publicado después de que el referéndum fue convocado mostró que el "no" lleva una pequeña ventaja, pero el apoyo a esta postura está decayendo rápidamente y los partidarios del "sí" han subido desde que los bancos dejaron de abrir. (Información adicional de Toby Sterling en La Haya, Lefteris Papadimas, George Georgiopoulos, Yvonne Bell en Atenas; Escrito por James Mackenzie; Traducido por la Mesa de Santiago de Chile; Editado por Gabriel Sánchez en Madrid)




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