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¡Los inversores son perezosos!

Carlos Montero - Miercoles, 11 de Mayo

Los inversores son perezosos. Parece rara esta afirmación cuando muchos de los que participan en los mercados financieros pasan una gran parte del día delante del ordenador analizando posibles operaciones. Pero esto es lo que se desprende de un estudio realizado por el profesor de la Universidad Seton Hall, Jennifer Itzkowitz. “Nosotros pensamos que los inversores son perezosos, inconscientemente perezosos”.

Chana R. Schoenberger del Wall Street Journal expone el siguiente planteamiento: Si los inveresores tomaran sus decisiones de forma racional y motivadas por los datos, el volumen de operativa de cualquier acción en particular dependería de como se espera que la compañía evoluciones. Sin embargo, hay algunas acciones que cotizan con mayor volumen que otras simplemente por el lugar en el que se sitúan en el abecedario.

¿La razón? Como señalaba antes Itzkowitz: La pereza de los inversores.

Las compañías cuyo nombre comienza por la letra A reciben mayor atención, ya sea en los mercados en las guías telefónicas. En el ámbito académico por ejemplo, afirma Schoenberger, cuando un estudio está firmado por los distintos autores en orden alfabético, los autores que se sitúan en primer lugar tienden a ser más famosos que los otros en su campo, con más invitaciones para dar conferencias y mayor prestigio entre sus colegas.

Volviendo a los mercados financieros. El estudio demuestra que los inversores empiezan a analizar las compañías por orden alfabético. Cuando logran una idea de inversión que les satisface suficientemente, no suelen hacer una investigación más exhaustiva para encontrar una alternativa mejor. “Las personas no son computadoras. No pueden buscar todas las opciones posibles”, afirma Itzkowitz.

Estudios adicionales realizados por el profesor de la Universidad de Mannheim en Alemania, Heiko Jacobs, y su colega Alexander Hillert, señalan que las acciones cuyo nombre empieza con una letra de las 5% más altas del abecedario, presentan un volumen superior al resto de entre el 5% y el 15%.

Por experiencia propia sé que realmente sucede esto en el mercado. El cerebro está condicionado para economizar esfuerzos. La búsqueda de una oportunidad de inversión requiere un elevado y prolongado nivel de análisis, lo que supone gastar mucha energía. Si encontramos la oportunidad buscada en las cinco primeras acciones analizadas, que se suele hacer por orden alfabético, nuestro cerebro caerá en el sesgo de confirmación, y despreciará las siguientes al considerarlas menos óptimas.

El hecho es que lo que no quiere hacer es volver a ejecutar el laborioso estudio para saber si un título puede ser una potencial inversión cuando ya ha encontrado una. Este hecho no es eficiente, ya que podemos obviar inversiones de mucho mayor atractivo de la ya elegida.

La forma de evitar la trampa del alfabeto, según aconseja el doctor Itzkowitz, es utilizar listas de valores no por orden alfabético, sino clasificadas por otros parámetros como diversos ratios fundamentales o retornos esperados. Es una buena solución. Pruébenlo.




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