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Los relojeros cortejan a los más ricos con piezas hechas a medida

Silke Koltrowitz - Sabado, 26 de Abril

Ya que los relojeros de lujo quieren seguir incrementando las ventas preservando la exclusividad, han tomado nota de la alta costura haciendo relojes en los que se puede pedir que haya desde estrellas de diamantes hasta formas y decoraciones completamente personalizadas.

Grandes marcas, como Omega de Swatch o Cartier de Richemont, generan miles de millones de dólares en ventas, pero ahora que adornan más muñecas que nunca han perdido su encanto para algunos ricos individualistas.

Y mientras la industria se enfrenta a una ralentización después de años de un galopante crecimiento, los más ricos - que pueden seguir disfrutando del lujo incluso en tiempos difíciles - se han convertido en una clientela cada vez más cotizada, y la personalización es una manera de cortejarlos.

Un joyero, Buccellati, ha llegado incluso a permitir a sus clientes personalizar todo. Desde un reloj con forma de corazón y la imagen de su amante grabada en él, hasta uno cuadrado con la mansión familiar reproducida en diamantes.

"Ofrecemos un servicio hecho a medida donde el cliente tiene algo o todo que decir: el material, el estuche, la esfera, las manecillas", dijo Thierry Andretta, presidente de la firma donde los precios de los relojes diseñados por los clientes valen como mínimo 100.000 francos suizos (82.000 euros).

Marcas de relojes asentadas también han entrado en esta competición, pero con sus nombres y reputaciones en juego, insisten en tener la decisión final sobre el diseño de la pieza personalizada.

La empresa familiar Chopard permite a sus clientes elegir estrellas, herraduras, corazones o lunas crecientes de diamantes para que aparezcan sobre la esfera de sus relojes "Happy Sport", mientras que los apasionados de Jaeger-LeCoultre pueden personalizar el lado reversible del modelo "Reverso" con grabados, piedras preciosas o esmaltes.

En Vacheron Constantin, que al igual que Jaeger es propiedad de Richemont, sus clientes pueden elegir entre una amplia gama de opciones en el reloj "Quai de l'Ile". Unas 1.000 combinaciones son posibles.

"Los compradores de relojes caros quieren ser vistos como diferentes de la multitud y la personalización de la apariencia es la clave, dijo Jon Cox, analista de Kepler Cheuvreux. "La adaptación y la personalización serán la clave en el sector del reloj". (Traducido por María Vega Paúl en la redacción de Madrid)




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