La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¡Me lo pido!

José Luis Martínez Campuzano - Martes, 28 de Junio Lo volví a escuchar, pero dos años más tarde. La diferencia es que se trataba de niños de siete años y no de un ejecutivo (desconozco su edad) de una compañía norteamericana.. En el primer caso, el cumpleaños de mi hijo pequeño, los invitados a su fiesta de cumpleaños respondían de esta forma hace unos días ante la apertura de los regalos. En el caso de nuestro ejecutivo, fue más bien una reacción espontánea ante la caída libre de las bolsas. ¿Recuerdan el escenario existente a principios de 2009? Lo complementó al afirmar que se "sentía como un niño pequeño con dinero en una tienda de golosinas". Los niños tan pequeños no pueden refrenar sus impulsos, para eso estamos los padres. Por cierto, no pude confirmar si realmente utilizó todo ese dinero. Lo que sí sabemos es que su comentario marcó el suelo de las bolsas en aquel momento. El resto ya lo saben. Hay muchas semejanzas entre el escenario existente dos años atrás y el actual. Por ejemplo, una valoración muy atractiva del mercado. También, su infraponderación en las carteras de los inversores. La elevada incertidumbre. En aquel momento, sobre el final de la Crisis. Ahora, sobre la posibilidad de una nueva recesión. Pero las diferencias son también importantes. El foco de tensión eran los bancos entonces, cuando ahora es el sector público. Aunque, también podemos afirmar que la debilidad de la banca se ha traslado hacia unas cuentas públicas cuestionadas. Pero esto sería faltar a la verdad: los problemas de las cuentas públicas en los países desarrollados no responden sólo a la situación de debilidad pasada y presente de la banca. Y sobre el origen de la Crisis en los excesos del sector financiero también es objeto de debate. Las empresas necesitaban sanearse dos años atrás, cuando en este momento mantienen un exceso de liquidez récord histórico. Dos años atrás preocupaba el riesgo de deflación, cuando en estos momentos es la inflación de lo que se habla (a corto plazo en los países emergentes; a largo, en los desarrollados). Las políticas económicas tradicionales están al límite en estos momentos. Los QE eran simplemente un ejercicio teórico a finales de 2008. De hecho, ahora parte de la incertidumbre se centra en el ajuste a medio plazo (o a corto, depende de la disciplina que impongan los mercados) fiscal. El resto, imponderables como la geopolítica o las catástrofes naturales, son también factores diferenciales. Pero delimitables. ¿Qué falla? En teoría, crecimiento e inflación delimitan el apetito por el riesgo de los inversores. Más allá de la subida de los precios exteriores no parece que la inflación sea una preocupación generalizada a nivel mundial en estos momentos. En el caso de las perspectivas de crecimiento, está por ver que la desaceleración actual sea temporal. Con todo, esta es nuestra opinión. ¿Conclusión? Las bolsas acabarán por recuperarse. Pero hay muchos otros factores a favor de que lo hagan: elevados dividendos (¿no sostenibles? Ya veremos), valoraciones, liquidez en las carteras, falta de alternativas (mejor, alternativas demasiado caras y arriesgadas...como es la propia deuda pública de países benchmark) y especialmente el sentimiento negativo actual. ¿Cuándo la recuperación? ¡y quién lo puede saber!. Antes debemos ser capaces de limitar el riesgo de una huida hacia delante como sería un default de Grecia o la pelea política en USA con el techo en el endeudamiento como potencial daño colateral. Semanas. Quizás uno o dos meses. Como mucho. José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España


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