La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“No hacer nada, lo que Warren llama ‘chuparme el dedo’, y comprar con cuentagotas cosas que deberíamos comprar mucho, son dos grandes tipos de errores”

Lorenzo Martínez - Martes, 19 de Marzo

En constante movimiento, en observación permanente. "La parte más difícil de invertir es no hacer nada. El sesgo de acción es un señuelo del diablo. No te rindas. Cuantas más decisiones tome, más probable es que aumenten las probabilidades de que su próxima decisión sea incorrecta. La inactividad también es una decisión, pero común solo con un inversor disciplinado", Tiho Brkan@TihoBrkan. "Hay dos tipos de errores:1) no hacer nada, lo que Warren llama 'chuparme el dedo', y 2) comprar con cuentagotas cosas que deberíamos comprar mucho" (Charlie Munger). Promediar, enamorarse de un valor y errores varios en la Bolsa. Destaco dos: "Hay dos tipos de errores: 1) no hacer nada, lo que Warren llama 'chuparme el dedo', y 2) comprar con cuentagotas cosas que deberíamos comprar mucho".-Charlie Munger. La fórmula para capitalizar su dinero a largo plazo: 1. Compre un negocio de calidad con fosos fuertes 2. No pagues de más al entrar (si puedes comprar durante la fase de pánico) 3. No haga nada más que esperar, esperar y esperar un poco más (la frase clave es "largo plazo"), apunta Tiho Brkan@TihoBrkan. "Las personas que se sienten cómodas con sus inversiones obtendrán, en promedio, mejores resultados que aquellas que están motivados por titulares, charlas y promesas en constante cambio".-Warren Buffett,

La parte más difícil de invertir es no hacer nada. El sesgo de acción es un señuelo del diablo. No te rindas. Cuantas más decisiones tome, más probable es que aumenten las probabilidades de que su próxima decisión sea incorrecta. La inactividad también es una decisión, pero común solo con un inversor disciplinado", Tiho Brkan@TihoBrkan. "Hay dos tipos de errores:1) no hacer nada, lo que Warren llama 'chuparme el dedo', y 2) comprar con cuentagotas cosas que deberíamos comprar mucho" (Charlie Munger). Promediar, enamorarse de un valor y errores varios en la Bolsa. Destaco dos: "Hay dos tipos de errores: 1) no hacer nada, lo que Warren llama 'chuparme el dedo', y 2) comprar con cuentagotas cosas que deberíamos comprar mucho".-Charlie Munger. La fórmula para capitalizar su dinero a largo plazo: 1. Compre un negocio de calidad con fosos fuertes 2. No pagues de más al entrar (si puedes comprar durante la fase de pánico) 3. No haga nada más que esperar, esperar y esperar un poco más (la frase clave es "largo plazo"), apunta Tiho Brkan@TihoBrkan. "Las personas que se sienten cómodas con sus inversiones obtendrán, en promedio, mejores resultados que aquellas que están motivados por titulares, charlas y promesas en constante cambio".-Warren Buffett,

Valía $ 45,682 a fines de 2021 Si cronometró el mercado y se perdió los diez mejores días, solo tendría $ 20,929 para fines de 2021 Tiempo en el mercado > Timing the market (víaDividend Growth Investor@DividendGrowth)

"Me obsesioné con un valor, que no voy a mentar, porque es como mentar a la bicha, y lo perdía casi todo. Analicé, me informé, pedí consejo y asesoramiento y todo iba en la misma dirección, al desastre. La culpa fue mía. Muy pocos analistas y gestores se atreven a llevarte la contraria, como si se tratara de un código no escrito, pero que la mayoría obedece. La obsesión por un valor me llevó a la ruina. Meses después encontré la solución a esta práctica perversa, pero ya era tarde. La traigo a colación para que ni yo ni los inversores en Bolsa caigan en la ciénaga o, como tantas otras veces sucede, en ese panal de rica miel al que mil moscas acudieron y ya saben lo que sucedió...", me cuenta un lector

Para evitar obsesionarse (enamorarse) de las acciones en las que invierten, Nick Clay, gestor de BNY Mellon IM, recomendaba hace tiempo a un inversor que invierta en renta variable global aplicar un enfoque disciplinado por el que solo se invierta en empresas que rindan un 25% más que el índice FTSE World. En cuanto el rendimiento caiga por debajo de ese umbral, lo que recomienda es venderlas. “Imponerse una disciplina objetiva resulta esencial, ya que nos protege frente a un mal demasiado común: la manipulación de la tesis de inversión”, afirma.

En su opinión, cuando una inversión funciona y la valoración aumenta, es fácil encontrar nuevas razones que justifiquen el aumento de la valoración y así poder seguir invertidos en esa acción ganadora que nos tiene enamorados. “En realidad, lo que ocurre es que la asimetría del perfil de rentabilidad-riesgo de la inversión original se está moviendo en la dirección contraria”, revela.

“Estadísticamente, que la asimetría entre la rentabilidad y el riesgo muestre un sesgo a nuestro favor nos proporciona cierto margen de seguridad frente a las incertidumbres del futuro. Sin embargo, si esa asimetría cambia, aumentan las posibilidades de que la inversión acabe decepcionando. Dicen que el amor es ciego, por lo que puede ser muy difícil darse cuenta de que estamos actuando así. Por eso es necesaria una disciplina objetiva que nos ayude en cierto modo a protegernos, para que no nos rompan el corazón”, concluye.




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