La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“EL DINERO NO FLUYE Y LOS CHICHARROS, LOS MÁS AFECTADOS, SE VUELVEN LOCOS. CUIDADO CON ESTE FENÑ“MENO

Redacción - Viernes, 18 de Febrero "Que la Bolsa se vuelve loca con frecuencia, al margen de lo humano y de lo divino, es algo que los profesionales del mercado conocemos, pero que desconocen los que se acaban de incorporar a los mercados financieros. Un exponente de la locura, puro fenómeno irracional, que vive la Bolsa española lo tenemos en el auge especulativo de los valores de tercera y cuarta fila, muchos de ellos deshauciados, como las inmobiliarias. Locura que ha comportado subidas espectaculares superiores al 100% en apenas unos días. Pero hay que tener mucho cuidado, porque el dinero sigue sin fluir. Son los valores pequeños, precisamente, los que más sufren este fenómeno. El 86,3 % de las 1.145.000 pymes que solicitó financiación externa en el cuarto trimestre de 2010, casi nueve de cada diez, encontró obstáculos para conseguirlo, aunque el número de las demandantes se ha ido reduciendo. Esto queda reflejado en la encuesta trimestral de las Cámaras de Comercio. Del total de pymes existentes, sólo el 72,3 % acudió entre octubre y diciembre a entidades financieras para pedir un crédito, lo que supone 10 puntos porcentuales menos respecto a los solicitantes que había a principios de 2009, cuando las Cámaras comenzó a elaborar este sondeo. De las empresas que solicitaron financiación, el 82,5 % se topó con nuevas exigencias de avales y garantías respecto al trimestre anterior, y el 12,5 % no consiguió obtener el crédito finalmente", dice el director de una de las principales gestoras de fondos nacionales.

En efecto, según declararon los encuestados, las condiciones de financiación también se endurecieron: para el 38,5 % se redujo el volumen del crédito ofrecido, para el 63,8 % se incrementaron los tipos de interés y para el 68,5 % aumentaron los gastos y comisiones. En cuanto a los motivos alegados para recurrir a la financiación externa, uno de las principales siguió siendo el pago de deudas, que a su vez tiene como origen la alta morosidad a la que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas. En el último trimestre de 2010, el 92,3 % de pymes experimentó un retraso en los pagos de sus clientes y el 74,4 % de las que son proveedoras de las Administraciones públicas tuvo problemas para cobrar.

A su vez, según Cámaras, el retraso medio en el pago fue de 4,6 meses, mientras que el de las administraciones se situó en torno a los 5 meses. Ante las crecientes dificultades para conseguir financiación, las pymes han comenzado a decantarse por otras vías, como el “factoring” (traspaso de la gestión del cobro de facturas), usado por el 14 %; el “confirming” (traspaso de la gestión del pago de facturas), utilizado por el 29,5 %; y las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), a las que recurrió el 10 % de las pymes. Ello representa un “incremento paulatino” de las empresas que recurren a este tipo de entidad, según las Cámaras.

Por otra parte, el 36,6 % de las pequeñas y medianas empresas que demandaron financiación acudieron al Instituto de Crédito Oficial (ICO). De ellas, el 35,9 % declaró haber tenido problemas para obtener la concesión de este tipo de financiación, mientras que el 73,1 % consideró que las condiciones para acceder a las líneas de crédito eran muy complejas.

La borrachera inmobiliaria

Las inmobiliarias cotizadas en Bolsa han sufrido un sorpresivo despertar al alza desde que se anunciara la transformación del sector bancario. Los expertos advierten del riesgo especulativo, que ha hecho sumar a los títulos del sector entre un 40% y un 145% en lo que va de año.

Si ha habido un ganador inmediato del proceso de reestructuración del sector financiero español que ha iniciado el Gobierno, este ha sido el grupo de empresas inmobiliarias cotizadas en Bolsa. Estos valores, unos de los más castigados del parqué desde que estallara la burbuja del ladrillo, han despertado de un largo letargo en los últimos días en medio de violentas subidas. Como causa, el mercado aduce que el fortalecimiento de las cajas crea expectativas sobre la refinanciación o la concesión de nuevos créditos para la industria inmobiliaria. Los analistas advierten, no obstante, que semejante volatilidad es fruto de la pura especulación y que más que valores resucitados, por el momento, lo que se alzan son zombies que podrían volver a caer en breve.

En cualquier caso, de los diez valores del mercado continuo que más han subido en lo que va de año, ocho son títulos de inmobiliarias. Destaca entre todas Quabit (que fuera Afirma y antes Astroc), que ayer subió un 36,94%, y que ha ganado un 142,08% en solo una semana.

Criteria y Caja Madrid

Quabit -la antigua Afirma, en situación preconcursal-, consiguió firmar la semana pasada una refinanciación de su deuda con una decena de entidades entre las que destacan Caja Madrid y La Caixa, dos firmas fundamentales para la financiación del sector en general. El anuncio por parte de ambas, en las dos últimas semanas, de que se convertirán en bancos, también ha resultado ser gasolina para el resto de valores inmobiliarios. Así, en la última quincena, Colonial ha sumado un 70%, Urbas Guardahermosa, un 67%, Reyal Urbis, un 48% y Metrovacesa un 51,34%.

“Hay que tener cuidado con estas compañías, porque al ser normalmente escaso el volumen negociado, en cuanto hay unas pocas ordene su efecto se amplifica mucho”, expone Nuria Álvarez, de Renta 4.

Riesgo y especulación

Así, además de tener poco capital flotante, el precio de algunos títulos había caído en barrena durante la crisis. Ejemplos no faltan, las acciones de Quabit, que llegaron a 67,8 euros en 2007, no llegaban ayer a 22 céntimos. “Con que haya un especulador un poco grande, el valor se dispara. Aparte de eso, las subidas no tienen ningún fundamento”, agrega Álvarez.

“La verticalidad de los movimientos al alza se puede mover a la baja igual de rápido”, advierte, a su vez, Alberto Roldán, de Inverseguros, quien recomienda “estar fuera” de estos “movimientos especulativos”.




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