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“No quiero trabajar. Ahora estoy mejor en el paro. Luego, ya veremos”. La España subsidiada

Moisés Romero - Jueves, 19 de Noviembre

En la consulta del Doctor García (Clínica Rementería de Madrid), uno de los mejores cirujanos de España en implante de lente intraocular y extirpación de cataratas, escucho algo, que se repitió mucho en la Gran Crisis de 2009. Una joven le dice a su abuela."Han llamado a Alberto (supongo, que hermano suyo) para un trabajo informático, que puede hacer con comodidad desde casa y buenos rendimientos. Ha rechazado la oferta. No quiere trabajar. Está en el paro y está mejor así. Dice que cuando termine, ya verá qué es lo que hace ¿Eso está muy mal, verdad? Todos nos peleamos por un trabajo y este dice, que se vive mejor del paro. Increíble, remata la joven. Un razonamiento similar lo escuché en 2009. En uno de los parques próximos a mi casa, una chica le contaba a su madre, que iba a aprovechar los dos años de paro para cuidar de su hijo. "Luego, ya veremos".

"Una sociedad anestesiada, una sociedad zombi, una sociedad que mira al cielo del Estado esperando el maná para subsistir, no es, precisamente, la mejor compañera de viaje en Bolsa, por mucho que nuestro Ibex quiera erguirse al modo del mejor índice del mundo. Vivimos en la época del subsidio para tapar bocas, acallar posibles algaradas...¿Hasta cuándo? Por lo pronto, se preparan nuevas subidas del Salario Mínimo. Creo que España seguirá pendiente del subsidio mucho tiempo más, aunque sea a costa de adelgazar otras partidas presupuestarias", me dice el director de ventas de una sociedad de valores y Bolsa.

“¿Cómo pretender con estos mimbres que mi sociedad, como otras tantas empresas funcionen como antaño? En la actualidad vender Bolsa o productos relacionados con ella es una tarea imposible. Pero no tengo mayores opciones, acorralado por ERES y ERTES. O sea, ¡Virgencita, Virgencita…”, añade.

Tras este cambio de impresiones busco documentación al respecto. En el lenguaje económico corriente, los subsidios son aplicados para estimular artificialmente el consumo o la producción de un bien o servicio. Son los mecanismos contrarios a los impuestos.

Generalmente la aplicación de subsidios específicos al consumo o a la producción de un producto cualquiera, tiene su origen en la intención de los Estados de alcanzar metas sociales, o bien favorecer (por distintas razones) a determinadas personas, actividades o zonas de un país.

También suele otorgarse desde el Estado a las empresas privadas, con el fin de evitar que posibles aumentos de tarifas lleguen a los consumidores finales de los productos o servicios que ellas proveen, y así proteger la economía regional (principalmente en épocas de inflación).

Para las economistas “liberales” son mecanismos artificiales para modificar la asignación de recursos de la economía, a los que toman como perjudiciales para el normal desarrollo de la misma, ya que consideran que la asignación de recursos debe ser efectuada por el “mercado”.

Jordi Tort ha escrito ¿Donde esta el problema? Empieza cuando instituciones como el FMI, Fondo Monetario Internacional se acogen al modelo neoliberal dejando de lados modelos que apuestan claramente por la redistribución de rentas, modelos sociales y solidarios. En realidad, el poder está concentrado allí donde está el capital, y todas las decisiones políticas afectan al desarrollo de las diferentes economías mundiales, y pasan de ser decisiones políticas a ser decisiones económicas tomadas por los que dominan el sistema.

El único modo desde el que se puede luchar contra ese sistema pasa por revertir de algún modo la redistribución del ingreso, pero no con medidas encaminadas a ofrecer subsidios a los que tienen menos. No podemos sólo cubrir las necesidades vitales de estos a cambio de que sigan estando marginados, o a cambios de integrarlos a un sistema económico que sigue promoviendo las desigualdades. ¿De qué sirven, por ejemplo, los subsidios agrarios, si las tierras siguen siendo de los mismos, y con esto sólo conseguimos solucionar el problema mientras dura ese subsidio? Los subsidios, lo único que buscan es aumentar la capacidad de demanda de los subsidiados, de este modo, a aumento de la capacidad de demanda, aumento de precios, por tanto lo único que conseguimos es equilibrar la situación en el mismo sitio, pero con un nivel de precio más alto, cosa que repercute directamente en un aumento de los beneficios de los que poseen el capital. ¿Podemos llamarle a eso redistribución de rentas? Además, la economía de subsidio aumenta el pillaje y la economía sumergida, ya que se busca el acceso a este tipo de subsidio para mejorar los niveles de renta, en lugares donde estos subsidios son de acceso habitual. Optar por una redistribución de propiedades entre aquellos que las trabajan puede ser una opción muchísimo más justa, sobre todo en la agricultura.

¿Existen otros sistemas que puedan garantizar la redistribución de rentas?

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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