La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“El peligro está en pegarse un tiro en el pie o en la entrepierna . El papanatismo ha vuelto…”

Moisés Romero - Lunes, 20 de Junio

"La reestructuración de la deuda griega omite totalmente el impacto más amplio en los mercados y fracasa en el intento de eliminar el problema de moral hazard (los inversores toman mayores riesgos de los debidos confiando en que la bondad de una entidad salvadora". Lo ha dicho Lorenzo Bini Smaghi, un miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo, que ha añadido: "Tratar de eliminar el moral hazard en medio de una crisis sistémica es como pegarse un tiro en el pie. Piense en esto: ¿la quiebra de Lehman Brothers hizo que los mercados funcionaran mejor o peor?"...

La cita me la envía Margarita Domínguez, analista de Bolsa: “Un tiro en el pie, o un poco más arriba, en la entrepierna ¡Barra libre para todos! ¡Viva Papá Estado! ¡Esto es jauja, porque nunca los dioses dejarán que nos despeñemos. Estimado director, ha vuelto el papanatismo, esa actitud que consiste en admirar algo o alguien de manera excesiva, simple de modo poco crítico. Lo hemos visto muy bien la semana pasada, principalmente con los festejos del viernes” concluye.


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Sobre el papanatismo y la moral hazard ya me escribió hace tiempo otro lector. Su carta de ayer tiene hoy máxima actualidad:

Estimado director. “Seguimos en manos de papanatas en los mercados. Tienen una visión muy superficial de las cosas y siempre confían su alma al becerro de oro, a los billetes que escupen día y noche las máquinas de impresión de los bancos centrales. O dicho de otra manera, el papanatismo crea burbujas y nos empuja a la sima. Me ha parecido muy interesante la afirmación de Donald Kohn, vicepresidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que ha dicho que las facilidades de liquidez crean un Riesgo Moral o Moral Hazard (los inversores toman mayores riesgos de los debidos confiando en que la bondad de una entidad “salvadora”). Añade que los Bancos Centrales deben prestar atención a la estabilidad financiera…

Y luego, a continuación, el papanatismo, como este: Los bancos centrales tienen armas ilimitadas si utilizan medidas no convencionales, incluso cuando los tipos de interés están cerca del cero por ciento, según el consejero del Banco Central Europeo, Athanasios Orphanides. “La política monetaria puede continuar con una relajación no convencional incluso cuando los tipos a corto están cerca del cero”, expresó. “El margen para reducciones convencionales puede ser limitado, pero las armas para reducciones no convencionales son ilimitadas”, agregó. Orphanides señaló que un banco central no puede garantizar la estabilidad de precios si no tiene una independencia política absoluta. La independencia debe defenderse continuamente, especialmente en jurisdicciones en las que la independencia no está protegida por un tratado constitucional”. O sea, que si no quieres una taza de papanatismo, pues ahí tenemos tres…”, saludos de J-P., economista

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Yo aprovecho este asunto de especial trascendencia para remitirles lo ya advertido desde lacartadelabolsa:

“Los Estados trabajan día y noche en la fabricación de papel moneda, en lo que es un reto contra la voz del Mercado ¡A ver quién puede más! Se han vuelto a poner en marcha los mismos mecanismos de 2007 y 2008, con el objetivo de inundar de liquidez los mercados. La duda, hoy como antes, es el destino final de la liquidez. Hasta ahora hemos visto que han sido los grandes bancos, más los anglosajones que el resto, los que más billetes han acaparado. Con ellos, iniciaron el Gran Rebote el 9 de marzo de 2009. Pero en el arranque de este año hemos visto, que la amenaza de default de la Deuda Soberana ha truncado las mejores expectativas. Luego de algunos meses de titubeo, los bancos centrales se han arremangado y puestos a fabricar billetes como chorizos ¡Que no decaiga el ánimo! El Gran Hermano se ha puesto, así, a pilotar ese helicóptero monstruoso que surca los cielos de los Mercados Globales. Los especuladores con posiciones cortas hacen lo demás, un efecto chimenea, que recupera posiciones en los índices. Hoy, como ayer, la sensación de muchos es que aquí no pasa nada, porque siempre Papá Estado nos salvará...hasta que deje de salvarnos”, me dice el director de análisis de una firma de Bolsa.

“...Recordará que lo advertíamos hace dos veranos, en el verano de 2007. Uno de los grandes debates del ciclo actual de las Bolsas y otros mercados está en el intervencionismo de los bancos centrales, con manguerazos históricos de liquidez, que determinarán mayores niveles de inflación a medio y largo plazo sin que las causas de fondo hayan sido corregidas. O lo que es lo mismo, remiendos y actuaciones que quitan la fiebre al instante pero no curan la gran dolencia. Que el enfermo recaerá es algo que los analistas y observadores mejor preparados no dudan. Los parches de ahora pronto quedarán viejos. La pócima, el brebaje tiene un efecto calmante muy limitado. Lo correcto, según los ortodoxos financieros, es aprovechar que el enfermo está postrado para aplicarle cirugí­a por doquier, incluso traumática. Mejor llegar al fondo de la herida. Los bancos centrales, no obstante, acuden a la medicina más rancia. Aspirinas y tranquilizantes para todos. Es una manera de desvirtuar la realidad, de mirar para otro lado. Recordará, estimado director, que lo advertíamos hace dos años y fíjese lo que ha ocurrido desde entonces”¦”

“....El análisis seguí­a así­: La sensación de puertas adentro del mercado desde hace ya diez años es que todo el mundo circula a una velocidad excesiva, porque no hay Autoridad que multe a los conductores. Es más, se corre a 250 kilómetros por hora en la autopista de la Bolsa y en la de otros mercados y no sólo no te multan sino que no te matas. O sea, aquí­ no pasa nada, porque siempre Papá Estado está al quite y no va a dejar que el Gran Templo se hunda”¦”

“...Las crisis recientes, desde la vivida en los mercados emergentes pasando por la gran crisis rusa hasta concluir en la actual, deberí­an haber servido para aprender y actuar en consecuencia. No ha sido así­. Los excesos son los mismos crisis tras crisis y nadie quiere atajar el problema de fondo, que no es otro que el enorme ciclo económico y financiero de exuberancia que vive el mundo industrializado. Los agentes, actores y espectadores, quieren que esto no termine nunca. Que siga el gran Nirvana”¦”

“...Por eso, las crisis son de corta duración en términos de valoración bursátil, de grandes í­ndices. Otra cosa es lo que sucede valor por valor, muchos de ellos con pérdidas acumuladas superiores al 50%. Eso, sin embargo, no importa. La propaganda la procuran y enaltecen los grandes índices, que son los que cuentan en los Medios, lo que ve y entiende la gente. Y los í­ndices están de nuevo en zona de máximos históricos. La borrachera sigue, porque aquí no pasa nada”¦” , sentencia.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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