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Qué es el riesgo de ruina y cómo afecta a nuestras inversiones

Victoria Torre /Self Bank - Sabado, 21 de Mayo

Cuando invertimos nuestro dinero en los mercados financieros, es clave que sepamos en todo momento el riesgo que vamos a asumir en cada una de nuestras operaciones. De lo contrario, podríamos estar incurriendo en la peligrosa práctica de arriesgar tanto capital que una hipotética pérdida se llevara todo nuestro capital y nos dejara fuera de juego. Uno de los términos que se usa a menudo en el mundo de la inversión y el trading es el del ratio conocido como riesgo de ruina (risk of ruin o RoR por sus siglas en inglés), que trata de medir mediante un porcentaje las posibilidades que tenemos de perder nuestro capital llevando a cabo el sistema de inversión para el que se está calculando el ratio. Lógicamente, lo más sensato a la hora de invertir será intentar manejar siempre nuestro capital con un riesgo de ruina lo más bajo posible, de forma que nuestro dinero tenga unas mínimas garantías que nos posibiliten llevar a cabo un número de operaciones suficiente que permita a nuestro sistema funcionar según las probabilidades teóricas.



Cómo controlar el riesgo de ruina
Para dejar claro la importancia del riesgo de ruina en nuestro sistema de inversión, imaginemos un sistema que en teoría nos proporcione un 70% de operaciones ganadoras. Eso sería fenomenal, pues 7 de cada 10 inversiones nos dejarían un resultado positivo, por sólo 3 que nos generarían pérdidas. No obstante, si no somos capaces de minimizar nuestro riesgo de ruina, nadie nos asegura que la primera operación que tomemos sea una de esas 3 negativas y acabe dañando todo nuestro capital.
El riesgo de ruina también está muy vinculado al máximo drawdown, que es el número de operaciones negativas consecutivas que pueden acontecer en cualquier sistema. Es decir, aunque nuestro sistema tenga un 70% de operaciones positivas, nadie puede asegurar que no vayan a llegar 5 operaciones negativas seguidas. A mayor cantidad expuesta en cada una de esas operaciones, es evidente que mayor riesgo de ruina tendremos en caso de que esa mala racha se presente.
Las técnicas que se suelen emplear para limitar nuestro riesgo de ruina a la hora de invertir pasan por:

Utilizar stop loss adecuados a nuestro capital (comúnmente se recomienda no arriesgar en ninguna operación más del 1-2% del capital total).
Diversificar las operaciones.
Trabajar con coberturas de nuestras posiciones para no exponernos a un riesgo excesivo.




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