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¿Qué podemos decir de la estrategia de inversión de moda?

Carlos Montero - Jueves, 21 de Julio

Hace unos días un inversor particular me preguntaba sobre la “estrategia de dividendos” que tanta fama ha cogido últimamente en el mercado. Dada la incertidumbre geopolítica, económica y social de los últimos años, los gestores han sobreponderado en sus carteras aquellos títulos con una alta y sostenible política de dividendos. A raíz de los resultados que veremos a continuación, ha sido una estrategia acertada.

Según un estudio del estratega Nick Colas realizado en diferentes mercados desde 2007 en adelante, existe una correlación del 65% entre el crecimiento de dividendos de una compañía y la actuación de sus títulos en bolsa. Respecto al S&P 500 los datos son los siguientes:

El sector financiero, por ejemplo, ha recortado su dividendo en un 42% desde 2007 hasta ahora. Los precios de las acciones del sector financiero han caído en promedio un 36% desde entonces.

La mayoría de los grupos han incrementado el pago de sus dividendos desde 2007. El sector tecnológico ha incrementado su payout en un 331%. Su comportamiento en bolsa ha superado al del S&P 500 en un 69%. Otros sectores que han incrementado el pago de dividendos por encima del promedio –consumo básico (112%), industriales (110%), consumo discrecional (171%)-, también se han comportado mejor que los índices generales.

Los datos demuestran por tanto que aquellas compañías con una mejor política de distribución al accionista han sido favorecidas en bolsa.

Ahora bien, una acertada gestión financiera mediante la estrategia dividendos tiene que evitar caer en los siguientes errores que detectaron los analistas de Morningstar Europe.

- Dejarse llevar por rentabilidades demasiado altas: Es poco probable que sean sostenibles en el tiempo.

- Olvidarse de las valoraciones: No es acertado centrarse únicamente en la rentabilidad por dividendo de una compañía sin tener en cuenta por ejemplo su valoración fundamental. Podría darse el caso que esas rentabilidades no estuvieran sostenidas por una saludable actividad empresarial.

- No diversificar: Las compañías con una alta rentabilidad por dividendo suelen estar centradas en unos pocos sectores –servicios públicos, seguradoras, telecomunicaciones. Es un error no tener en cuenta la diversificación en nuestras carteras.

- Planificar y olvidar: Aunque las carteras de dividendos son para el largo plazo, sería un error no valorar convenientemente los hechos que puedan afectar a las compañías que tenemos en cartera. Se necesita una continua valoración de nuestra cartera, y realizar modificaciones si las circunstancias así lo aconsejan.

- Ignorar el balance: Es un error prestar demasiada atención a los resultados y poca al balance.

- Pensar que los dividendos son igual a los intereses: En una época con los tipos de interés en mínimos históricos se corre la tentación de creer que estos son iguales a los dividendos. Las compañías no están obligadas a pagar o mantener los dividendos. Sí los intereses de su deuda.

En resumen, aunque la estrategia de dividendos es acertada en este contexto, se tiene que aplicar con los mismos principios que el resto de estrategias de inversión.




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