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Si está tan seguro de hacia dónde se dirige la inflación, las tasas o el PIB, ¿por qué no está poniendo dinero donde está su boca?

Moisés Romero - Viernes, 21 de Octubre

Hay que extremar la cautela en estos pagos. Hay gestores, o eso dicen ellos, que lo mismo te venden una moto, que un calcetín, pero nunca ponen su dinero sobre la mesa. Dicen, unas veces, que son expertos en Wall Street. Otras, en criptomonedas. Saben de tierras agrícolas. De metales raros. Su sabiduría es infinita. Están siempre en el momento justo. Pasan las trincheras con mucha facilidad. Sin que les roce una bala. "Durante la burbuja de las Dot-Com, muchos consultores y empleados de servicios financieros empezaron a trabajar en empresas emergentes de Business to Business (B2B) y Business to Consumer (B2C). Después de que estalló la burbuja, la broma fue que volvieron a la banca y volvieron a la consultoría", señala Dividend Growth Investor@DividendGrowth.

Señala Tiho Brkan@TihoBrkan:Regularmente hablo con personas que han logrado convencerse a sí mismas de que entienden la mecánica de la máquina económica y piensan que su previsión es dorada. Si puedes predecirlo, ¿por qué no te haces rico? Una heurística muy simple para ver quién está lleno de ya sabes qué.

Si está tan seguro de hacia dónde se dirige la inflación, las tasas o el PIB, ¿por qué no está poniendo dinero donde está su boca? Entonces, otro filtro es el #skininthegame . A pesar de los enormes presupuestos, los modelos complejos y los cientos de doctorados, ni siquiera la Reserva Federal, el Gobierno o los bancos más grandes pueden resolverlo.

Los inteligentes son víctimas de la ilusión del sesgo de conocimiento, ya que no respetan los límites de su propia competencia. La cura de Munger: “Conocemos el borde de nuestra competencia mejor que la mayoría. Eso es algo que vale mucho la pena. No es una competencia si no la conoces”.

En primer lugar, tenga cuidado de no ser víctima de la ilusión del sesgo del conocimiento. En segundo lugar, y más importante, no permita que otros influyan en su forma de pensar sobre asuntos que el sentido común dicta que son imposibles de hacer con consistencia (sesgo de autoridad). Evite la locura y la estupidez.

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Moisés Romero




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