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S&P cuestiona si el recorte de empleo en Deutsche Bank y Commerzbank será políticamente aceptable

Redacción - Martes, 19 de Marzo

Se está montando un gran revuelo. Una potencial fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank, los dos mayores bancos alemanes, ofrece considerables ventajas en materia de eficiencia, pero conlleva significativas incertidumbres, incluyendo si el sustancial recorte de puestos de trabajo necesario para alcanzar tales sinergias, que los sindicatos cifran en 30.000 empleos, sería políticamente aceptable, según advierte la agencia S&P Global Ratings.

"En teoría, una fusión bien ejecutada entre Commerzbank y Deutsche Bank podría ofrecer considerables ganancias en eficiencia, sinergias de financiación y beneficios de franquicia, sobre todo a nivel doméstico", señala la agencia, advirtiendo de que "sigue siendo cuestionable si los sustanciales recortes de empleo que serían necesarios para lograr estas sinergias serían políticamente aceptables".

En opinión de S&P, la potencial combinación de las dos mayores entidades germanas refleja los sustanciales retos estructurales y cíclicos a los que se enfrentan Commerzbank y Deutsche Bank a la hora de incrementar sus ganancias y perspectivas de crecimiento en un contexto de ralentización del crecimiento de las economías del Viejo Continente y normalización de los costes de crédito desde niveles muy bajos en el pasado.

En este sentido, la agencia subraya que los estrechos márgenes estructurales de la banca alemana, junto a los elevados costes del segmento de banca minorista y comercial, así como un entorno poco favorecedor de los tipos de interés de la eurozona, "están exprimiendo las rentabilidades de los bancos".

Además, la calificadora de riesgos señala que Deutsche Bank está inmerso en el giro que pretende dar a su significativa división de banca de inversión y corporativa.

Al margen de las potenciales ventajas que teóricamente alberga la fusión entre los dos grandes bancos alemanes, S&P advierte de que existen incertidumbres, más allá de la forma que adoptase la transacción, como la probable intervención de las autoridades de competencia, que podría implicar condiciones menos atractivas.

En este sentido, la agencia también hace hincapié en que una operación de semejante calado implicaría que Commerzbank y Deutsche Bank tendrían que afrontar varios años más de significativos procesos de reestructuración interna, mientras que sus competidores se centrarían en mejorar su servicio a los clientes y mejorar sus resultados.

En cuanto a la estructura de la operación, S&P considera que al tratarse de una entidad de mayor tamaño Deutsche Bank podría comprar Commerzbank y realizar una ampliación de capital a través de sus accionistas o mediante la venta de activos.

Sobre esta cuestión, añade que la presencia como accionista minoritario en la nueva entidad del Gobierno alemán, que actualmente controla algo más del 15% del capital de Commerzbank, podría elevar la confianza de los inversores, aunque la agencia señala que el apoyo del Ejecutivo germano no supone un impulso al alza para el rating.




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