La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Una bofetada de realidad

Carlos Montero - Viernes, 12 de Diciembre

Los mercados mundiales se estremecieron esta semana después de que China y Grecia recordaran a los inversores que la economía mundial sigue siendo frágil. Era una advertencia oportuna: el creciente optimismo sobre la recuperación de Estados Unidos no debe hacernos olvidar los peligros existentes. De diferentes maneras, China y Europa representan los mayores riesgos. En el caso de China, los riesgos son en su mayoría inevitables y tendremos que soportarlos. En Europa, no hay tal excusa. Una mejor política - mejor dijo, cualquier política - reduciría el riesgo.

Las autoridades chinas están tratando de contener una explosión de deuda, sobre todo en forma de préstamos con riesgo desde los gobiernos locales. Los bonos de baja calificación ya no serán aceptados como garantía para préstamos a corto plazo, según la agencia de compensación del país. Este es un intento para hacer menos atractivo el uso por parte de los gobiernos locales de vehículos de financiación opacos y mal regulados, y tiene sentido.

La medida tomó por sorpresa a los inversores y despertó el temor de que el espectacular rally de este año en las acciones chinas ha llegado a su fin. El índice de la bolsa de Shanghai sufrió la mayor caída desde 2009.

"El contexto es desalentadora: el gobierno de China se enfrenta al complejo desafío de reequilibrar su economía sin caer en un aterrizaje forzoso", señala Bloomberg en un editorial. "Cada recordatorio de la dificultad - y de hasta qué punto se han permitido los excesos financieros - es potencialmente causa de pánico. No se puede hacer nada, sino seguir adelante con las reformas, paso a paso.

Lo peor del desplome bursátil vino con la caída de las acciones griegas, el mayor descenso en casi 30 años. El motivo fue la convocatoria de elecciones presidenciales. La recesión interminable del país, la deuda y el desempleo, podría poner pronto al partido Syriza de extrema izquierda en el poder.

Eso no sólo desestabilizaría a Grecia, sino también a la Unión Europea en general. A diferencia de los EE.UU., el crecimiento en la zona euro se ha frenado en seco. El riesgo de que la Unión Europea caiga en la deflación y en una tercera recesión es real. El pánico de que se inicie en Grecia y se extienda por todo el sistema es terriblemente plausible.

Por lo menos el gobierno de China está tratando, aunque de manera vacilante, de hacer frente a los problemas económicos del país. Esa sería una evaluación demasiado amable en el caso de Europa. Durante meses, el Banco Central Europeo ha estado declarando su disposición a hacer lo que fuera necesario (flexibilización cuantitativa al estilo de la Reserva Federal de Estados Unidos), pero su consejo de gobierno dividido todavía no ha llegado a hacerlo.

Aunque el BCE vacila, los líderes políticos de la UE parecen impotentes para actuar, obsesionados con los objetivos fiscales irrelevantes y paralizados cuando se trata de aliviar la carga de la deuda de una forma ordenada - sin la que Grecia no puede esperar volver a cualquier cosa parecida a la prosperidad. Una mejor política no garantiza un final feliz, pero es mejor que la alternativa. El fracaso prolongado de Europa para conseguir apuntalar el crecimiento está añadiendo innecesariamente un riesgo de recesión regional y mundial."


Fuentes: Bloomberg




[Volver]