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Una gran señal de advertencia económica todavía parece aterradora

Carlos Montero - Jueves, 12 de Mayo

La temporada de resultados del primer trimestre en Estados Unidos está cerca de concluir y ahora es un buen momento para echar un vistazo a la salud de las corporaciones estadounidenses. Tras un inicio de año desastroso en los mercados de acciones, los analistas rebajaron sensiblemente sus perspectivas de resultados para las empresas norteamericanas. Es por eso que no es de extrañar que los resultados hayan superado notablemente las expectativas. El 71% de empresas dentro del S&P 500 que han reportado sus ganancias trimestrales han superado las proyecciones de consenso para los beneficios.

Pero a pesar de estas aparentemente buenas noticias, las empresas todavía se encuentran en una recesión beneficios.

Definida como dos o más trimestres de contracción en los beneficios, nos hemos sumergido en una recesión de beneficios de tres trimestres. Las ganancias se redujeron en un 7,1% en el S&P 500 en tasa interanual en el primer trimestre.

"En estos momentos, los beneficios empresariales mundiales están en una recesión, aunque no están cayendo tan rápido como lo hacen durante las recesiones económicas de Estados Unidos", escribió Ene Loeys, estratega global de JP Morgan.

Basado en el análisis de Loeys, no parece que esta recesión se vaya a moderar en el corto plazo.

"En episodios anteriores, cuando las ganancias en Estados Unidos se giraron fue porque o bien hubo un fuerte estímulo fiscal o monetario, o un fuerte crecimiento de la productividad", señala Loeys. Pero ahora, con los bancos centrales teniendo menos herramientas a su disposición, una política fiscal neutra, y la productividad cayendo, es mucho más difícil esperar mayores beneficios de las empresas durante el próximo año.

Loeys no está demasiado preocupado por esto, a pesar del hecho de que en casi todas las ocasiones una reducción de tales beneficios se corresponde con una recesión en toda la economía.

La caída de los márgenes de beneficio ha sido una señal de advertencia importante y causa de una recesión eventual en Estados Unidos y por lo tanto hay un riesgo elevado de tal contracción durante los próximos 1-2 años, aunque el riesgo inmediato pareciera bajo.

Andrew Lapthorne, jefe de estrategia cuantitativa de Societe Generale, es mucho más pesimista. Para él, este descenso de beneficios es una señal de que las acciones están demasiado sobrevaloradas y la economía está más débil de lo que se piensa.

"El beneficio por acción de las empresas del MSCI World está disminuyendo al ritmo más rápido desde 2009, perdiendo un 4% solamente en el último par de meses (esto a pesar de la reciente subida en los precios del petróleo)", escribió en una nota Lapthorne. Para el S&P 500 en concreto, el descenso anual de los beneficios fue el mayor desde el tercer trimestre de 2009.

Los beneficios mundiales están ahora un 14% por debajo del máximo establecido en agosto de 2014 y en la cota en la que estaban hace cinco años. Los precios de las acciones, por otro lado, están un 25% más altos.

Lapthorne también señaló en una nota posterior que, incluso excluyendo los pésimos resultados del sector energético, los beneficios del MSCI están un 1% por debajo del máximo. Sin tener en cuenta los dos valores extremos, al alza (sector financiero) y a la baja (como hemos mencionado, sector de energía), las ganancias han bajado un 5% desde el máximo.

Así que sí, aunque las empresas superaron las estimaciones en el primer trimestre, principalmente por las bajas expectativas, no significa que sus problemas hayan terminando. Lo que esto significa para la economía y las acciones es un amplio tema de debate. Podría ser sólo una desaceleración, o una señal de una próxima recesión, dependiendo de cómo se mire.

De cualquier manera, tal y como están ahora los beneficios, el panorama no es alentador.
 

Fuentes: Bob Bryan (BI)




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