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¿Y si el éxito en los mercados financieros fuera debido al azar?

Carlos Montero - Lunes, 26 de Octubre

En alguna ocasión les he hablado sobre un antiguo compañero de trabajo, que defendía que los resultados de la gestión financiera dependían en gran medida del azar. Era algo que me inquietaba, pues de ser cierto cuestionaba nuestra labor como gestores profesionales.

Mucho se ha escrito a este respecto, y desde hace tiempo en algunas publicaciones se compara la cartera realizada por un grupo de analistas respecto a otra con valores tomados al alzar.

Mark Hansen, director de Market Capital Group Pty Ltd., escribió recientemente en su blog un interesante artículo sobre este tema. Hansen señala que la naturaleza humana ve orden donde no lo hay y ve patrones que no existen. La razón, según se argumenta, es que el hombre primitivo usaría el reconocimiento de patrones para sobrevivir. Asociaba peligro ante la visión de un león detrás de los árboles lo que le ayudaba a escapar. Era mucho más importante equivocarte a veces que no ver el patrón.

Del mismo modo, tenemos tendencia a atribuir los resultados deseados a la habilidad en lugar de a la suerte.

Hay dos libros excelentes (de Nassim Nicholas Taleb y Leonard Mlodinow) sobre cómo estamos influenciados por el azar. La mayoría de los resultados en la vida son el resultado de muchos eventos aleatorios. Pero después de que el resultado se ha producido, el hombre suele irracionalmente, intentar demostrar como ese suceso podría haber sido predicho.

La inversión es un área en particular, donde el azar o la suerte son comúnmente confundidas con destreza y habilidad.

Leonard Mlodinow tiene un ejemplo excelente. Analizó el rendimiento de 800 fondos en un período de cinco años. Luego clasificó el rendimiento de los gestores de fondos por encima o por debajo en comparación con el rendimiento medio.

Mlodinow tomó entonces el rendimiento de los mismos 800 fondos durante el próximo quinquenio y lo comparó con el primer período. El resultado es totalmente aleatorio. Por ejemplo, el administrador de fondos que obtuvo el primer puesto en la clasificación en el primer período obtuvo el puesto 360 en el segundo. El que obtuvo el segundo puesto en el primer período obtuvo el puesto 700 en el segundo.

Si la capacidad de los gestores determinara el rendimiento de sus operaciones, los de mayores habilidades tendrían que estar consistentemente en los primeros puestos de la clasificación en un periodo largo de tiempo. Pero no es así.

No sólo el cerebro humano ve orden donde sólo hay azar, sino que también tiene una pobre comprensión de la probabilidad y estadística. Esto justifica la popularidad de los casinos entre otras cosas. Demostrémoslo con el problema del cumpleaños:

Imagine que en una habitación hay 30 personas. ¿Cuál es la probabilidad de que dos personas compartan cumpleaños? La mayoría de gente responde que el resultado de la división entre 30/365 que es aproximadamente el 8%. La respuesta correcta es sin embargo el 78%. Esto es debido a que cada persona en la habitación debe ser comparada con todas las demás. Eso da lugar a 345 parejas que comparar.

La conclusión de Hansen es que el azar es algo que debe considerar en el mundo financiero. Lo que necesita encontrar es las herramientas que mejoren las probabilidades a su favor. Por ejemplo, una mejor comprensión del entorno macroeconómico, o de los resultados empresariales, o del escenario técnico…




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