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TIPOS DE INTERÉS Y PULSO ECONÑ“MICO, PREOCUPACIONES DE AYER, HOY Y MAÑ‘ANA

Moisés Romero - Jueves, 09 de Noviembre

bolsa En uno de los seminarios más recientes a los que asistí la pregunta general fue ¿qué les preocupa a los analistas en estos momentos? Hubo acuerdo, algo que no es usual, entre los ponentes. En primer lugar, el coste negativo importado que para la economía europea supondrá el enfriamiento de la de Estados Unidos. En segundo lugar, la carga adicional derivada del alza de los tipos de interés, que puso en marcha hace tiempo el Banco Central Europeo. En esa mesa de reflexiones y peroratas no hubo mención, como dato curioso, a la evolución de las monedas cuando todos sabemos que los desvaríos del euro o del dólar acarrean siempre dolores de cabeza muy fuertes al resto de los mercados e instrumentos financieros. Preocupaciones de hoy que son las de ayer y las de mañana, porque la evolución y comportamiento de las Bolsas siempre va de la mano del pulso económico y de la prima de riesgo inducida por los tipos de interés.


Son momentos de interrogantes, porque los índices se muestran insaciables y son muchos los que comienzan a tener vértigo ¿Puede mantener la economía europea ritmos de crecimiento de las ventas al exterior como los actuales? Los expertos en la materia dicen que no parece probable, aunque quizá lo correcto no sea generalizar sobre el buen comportamiento del sector exterior en el conjunto europeo. Es el caso de la balanza corriente de Francia, por ejemplo. Es más, los observadores advierten de la necesidad de considerar de nuevo el posible impacto positivo sobre el saldo de las cuentas exteriores de Alemania derivado del déficit al alza en Francia, Italia y España.

¿Estados Unidos? La maquinaria de la primera potencia económica del mundo desconcierta con sus aspavientos. El motor parece gripado unas veces y arrebatado otras. Es un caminar a golpe de efecto, a bruscas paradas se suceden reacciones veloces inmediatas. O sea, no hay continuidad y, como sucede con los viejos vehículos, reacciones de esta índole siempre terminan con el motor roto. La economía de Estados Unidos lleva años pidiendo el relevo que nadie le da. Hay corredores que van por el atajo, como China, pero esa no es la carrera de los líderes mundiales.

Nada ha cambiado en el hoy respecto al ayer, y a buen seguro con lo que deparará el futuro. Los actores en el mercado temen los impactos negativos derivados de los tipos de interés y de un menor crecimiento mundial. Son dos factores de riesgo para que la economía europea mantenga el fuerte ritmo de crecimiento del primer semestre. Falta ahora por confirmar la opinión más extendida hace unas semanas en medios del Banco Central Europeo cuando pregonaban niveles de tipos de interés del 4% en caso de que el crecimiento siga fuerte y acomodado a las previsiones.

Hay expertos, no obstante, que descartan esa proyección, porque consideran muy complicado mantener un crecimiento del 0,9%. Es más, la Comisión Europea espera ritmos de crecimiento del 0,5%-0,6% en la segunda mitad del año para la zona euro en su conjunto, tal vez en un movimiento reflejo, ponerse la venda antes de recibir la pedrada.

Para el discurrir de las Bolsas se trataría de una de las peores condiciones. Los participantes en el mercado se han quejado siempre de la incertidumbre, de la tiranía de las cifras contradictorias, el hoy sí, pero no mañana. Por eso, la lógica hace suponer que el dinero comenzará una lenta, pero constante retirada a la esperada de una mejora de las expectativas económicas y, por derivación,  empresariales.

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Moisés Romero




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