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ENTRAN EN JUEGO LAS PERCEPCIONES, LOS SENTIMIENTOS DE FUTURO

Moisés Romero - Viernes, 22 de Septiembre
smiliesLas Bolsas degustan en las últimas cuarenta y ocho horas un combinado especial, el resultante de mezclar la oleada de operaciones corporativas a éste y al otro lado del Atlántico con la percepción de que lo peor ha pasado en materia de tipos de interés. La fuerte caída de los precios del crudo, un 15% en apenas dos semanas, y el deterioro de los indicadores de confianza estadounidenses hace creer a un número cada vez mayor de agitadores que los tipos de interés en Estados Unidos bajarán en los primeros compases del año que viene. O sea, tobogán de la máxima autoridad monetaria y, por derivación, huelga de brazos caídos por parte del resto de los grandes bancos centrales del mundo si este escenario se cumpliera. Esta apuesta es fruto de la fantástica contemplación que siempre proporciona el Nirvana. Y en ese dulce bienestar están los mercados. Hasta que algo o alguien los despierte, todo les resulta optimista, incluso los peores augurios.
Nadie se rasgó ayer las vestiduras tras la lectura de los últimos indicadores sobre el estado de salud de la economía de Estados Unidos. Las bicicletas de las Bolsas siguen en pie y son muchos los interesados en seguir pedaleando para que no se detenga el artilugio. Se trata de llegar a la meta del récord absoluto, la cima más alta de todos los tiempos. Por eso, los actores en los mercados leen al revés, de derecha a izquierda y cualquier asunto adverso es cogido por el lado que interesa.
 
Apenas ha influido el hecho de que la percepción sobre el comportamiento futuro de la economía de Estados Unidos en los próximos meses empeoró en agosto por segundo mes consecutivo, lo que supone un indicio de que la economía de la primera potencia del mundo podría seguir desacelerándose. El índice elaborado por el centro de estudios Conference Board registró una caída mensual de 0,2 puntos, hasta 137,6 puntos. Este indicador también cayó en dos décimas en julio, tras un aumento de una décima en junio.
 
En los manuales hemos leido de manera reiterada que este índice sirve de indicador del comportamiento de la economía en los próximos meses. El dato último apunta a un deterioro de la economía estadounidense y se suma a otros indicios recientes en la misma dirección, entre ellos el enfriamiento del mercado de la vivienda ¿Qué eligen los mercados? La doble lectura positiva. Una, la que sugiere que el enfriamiento económico aventura tipos de interés a la baja. Otra, que la menor demanda inmobiliaria mejora la visión sobre un sector que vive en una gran burbuja desde hace años.
 
Los ortodoxos, cada vez más arrinconados, cada vez más mudos y taciturnos, insisten en que son los buenos y sólidos fundamentos económicos los que soportan y dan alas a las valoraciones bursátiles. Las crisis económicas, las recesiones, siempre conllevan fuertes retrocesos de los activos por mucho que se empeñen los bancos centrales, como se han empeñado, en regalar el dinero sin distingos, barra libre para todos, aunque para unos más que para otros, por ejemplo, para los hedge funds..
 
Es decir, que en este nuevo escenario de percepciones las hay también muy negativas, ahora que los índices tocan el cielo con la punta de los dedos.

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Moisés Romero




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