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EL FANTASMA DEL OTC PLANEA SOBRE EL VENCIMIENTO DE HOY

Moisés Romero - Viernes, 20 de Octubre
otc Tercer viernes de mes y vencimiento de futuros. En la mente de los especialistas mejor preparados para este evento sigue viva la imagen de los sucesos del tercer viernes de septiembre, el de la triple hora embrujada, que no es el caso de hoy. Hoy es media hora bruja, nada más. En aquella jornada abundaron los despropósitos alcistas en acciones sujetas a posibles movimientos corporativos y valores líderes del mercado, como es el caso de Iberdrola, llegaron a subir más del 8% en el intradía, aunque al cierre esta compañía en concreto limitó el alza a poco más del 4%. El vencimiento imprime siempre celeridad a los índices, pero la agitación es mayor si en los periodos de cálculo coinciden operaciones fuera de mercado referenciadas a este día. Son los famosos, para unos, y temidos, para otros, OTC. El poder de distorsión de estas estrategias es, con frecuencia, descomunal. Pero ¿sabemos a qué juegan los OTC y quienes los instrumentan?

La ingeniería financiera suele concebir fórmulas y términos matemáticos de comprensión difícil, casi imposible, para los legos. Tampoco los denominados expertos alcanzan en muchas ocasiones a comprender los palabros utilizados y, mucho menos, las fórmulas matemáticas empleadas para elaborar brebajes con los que saciar la sed de los mercados. Parte de la literatura y de la magia de los OTC entronca con este fenómeno.

Con mercados en los que cada parte debe buscar su contrapartida para ejecutar su operación, a diferencia de los mercados organizados tradicionales. Son mercados que no exigen los estrictos requisitos de los mercados organizados. No obstante, dentro de los mercados organizados, también existen las operaciones OTC, que normalmente son operaciones en las que se cruzan volúmenes más altos a un precio predefinido de antemano y en el que ambas partes conocen su identidad, y acuerdan su operación por fuera del mercado.

Lo que todo el mundo que faena por las Bolsas conoce, o debe conocer, es que en los denominados mercados OTC, cuyos ejemplos más válidos son Bulletin Board y el Pink Sheets, ambos estadounidenses, se compran y venden acciones de compañías que no cumplen los requisitos necesarios para poder cotizar en el Nyse o en el Nasdaq, o que, puede suceder, han sido expulsados de ellos. Son mercados en los que cada actor, comprador o vendedor, debe buscar su contrapartida para ejecutar su operación, a diferencia de los mercados organizados tradicionales. Éstos, además, no exigen los estrictos requisitos de los mercados organizados.

Nos referimos ahora, no obstante, a otro tipo de OTC que existe dentro de los mercados organizados. Son operaciones en las que se cruzan volúmenes más altos a un precio predefinido de antemano y en el que ambas partes conocen su identidad, y acuerdan su operación por fuera del mercado, en un día determinado a una hora concreta, que, generalmente, es la del vencimiento de futuros, aunque en la Bolsa española se han producido operaciones de este tipo en al menos dos ocasiones, con motivo del cierre del ejercicio. El último día hábil del año suele tener connotaciones fiscales y contables de largo alcance.

Normalmente el volumen de estas operaciones se suele tener en cuenta como parte del volumen de contratación diario, y el precio suele estar dentro de un rango cercano al máximo y mínimo del día del activo financiero en concreto. Este tipo de operaciones las acuerdan los brokers por teléfono y después se cruzan pasando a formar parte del volumen del mercado, pero sin cruzarse en ticker. Las diferentes plataformas financieras de los diferentes mercados suelen tener unas aplicaciones para cruzar este tipo de operaciones.

¿Por qué los OTC? Porque los actores quieren rentabilizar sus posiciones, como es lógico. Se trata de una apuesta a lo grande, por vulgarizar el caso y suele darse en momentos críticos de la tendencia, cuando son muchos los que apuestan por el alza, pero también son muchos los que apuestan por la baja. Los nervios, por tanto, a flor de piel.


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Moisés Romero




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