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LAS DEUDAS HAY QUE PAGARLAS SALVO QUE SE SUSPENDA PAGOS

Moisés Romero - Jueves, 02 de Noviembre
endeudamiento En un pueblo de la geografía catalana el abogado de una familia endeudada hasta las cejas tuvo hace unos meses la idea, desconocida hasta ahora, de que ésta se acogiera a la normativa sobre suspensiones de pagos para aliviar la carga y, al menos, poder seguir durmiendo bajo el techo de siempre. El Juzgado ha admitido el caso y le ha dado la razón, aunque sospechamos, porque ya no hemos tenido más noticias sobre el caso, que los prestamistas harán lo propio y que los endeudados, que han salido de naja, tendrán que volver al redil. Ha existido una presión mediática muy tibia, casi imperceptible, sobre el caso, porque cuesta mucho creer que el asunto se va a generalizar y que nadie va a pagar lo que debe, que siempre habrá algún Juez presto para dictar sentencia a favor del que no paga. El mundo al revés, que muy pocos conciben. El asunto, no obstante, va más lejos, porque son muchas las familias españolas que están atascadas en el fango perpetuo del endeudamiento. Los últimos datos sobre este fenómeno son estremecedores.
Modas y hábitos importados de Estados Unidos. Llegan las costumbres de allí años después, pero llegan, con todas las consecuencias. Las familias españolas, siempre en promedio estadístico, ahorran poco o no ahorran. Además, han superado la barrera técnica, que es como estar colgado de la soga, del 100% en cuestión de endeudamiento. Mimbres débiles para tejer una cesta compacta y sin fisuras. Algunos comienzan ya a hablar y especular con los efectos colaterales y la Bolsa, no podía ser de otra manera, está en la cruz del anteojo, repleta, como está, de plusvalías que han madurado, pero que no han sido aún realizadas.
 
Cuentas los estudiosos, entre ellos los de Caixa Catalunya, que el endeudamiento de las familias españolas aumentó un 25% en 2005, hasta los 113.328 millones de euros. La entidad catalana explicó que la tendencia a la reducción de la tasa de ahorro junto con la fuerte inversión en activos físicos y financieros explica el creciente endeudamiento por parte de los hogares. El valor total del ahorro alcanzó 60.926 millones de euros, pero resultó claramente insuficiente para financiar la inversión en activos físicos y financieros que totalizó 142.880 millones de euros.
 
La inversión de las familias en activos, tanto físicos como financieros, continuó su expansión en el 2005 y creció un 12,8%, mientras que el ahorro sólo aumentó un 1,7%, lo que implicó un incremento del endeudamiento para financiar parte de esta inversión. El valor de los nuevos activos adquiridos por los hogares se situó en el 26,2% de la renta familiar disponible, por encima del 24,9% de 2004 y del 21,4% de 2000.
 
Muy importante para la Bolsa y para quienes la siguen al instante, que la preferencia de las familias españolas se decanta por la inversión en activos financieros, como depósitos, acciones, obligaciones, seguros y fondos de inversión y de pensiones, frente a los activos físicos, con un aumento en el 2005 hasta el 14% de la renta familiar disponible. No menos importante es que, la inversión en activos físicos, principalmente en vivienda o la efectuada por los empresarios individuales en sus negocios, pasó a representar un 12,2% de la renta familiar disponible y creció un 14,1%, una cifra muy por encima del aumento del ahorro.
 
Han advertido en las últimas semanas los organismos internacionales, incluida la Comisión Europea, del elevado grado de endeudamiento de las familias españolas. Alertan los expertos en Bolsa, sin salirse del guión, del potencial vendedor cuando el viento sople helado. O sea, que no es el mejor momento para descuidar la guardia, porque en materia de caídas bursátiles no habrá Juez ni Juzgado que impida el desastre y obligue a los vendedores potenciales a recomprar sus títulos. Aunque vaya usted a saber. 

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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