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LOS BONOS NO DAN SU BRAZO A TORCER Y VUELVEN LOCOS A LOS ESTRATEGAS

Moisés Romero - Viernes, 24 de Noviembre

ruleta Ha pasado más de un año desde que Alan Greenspan proclamara que los tipos de interés a largo plazo ofrecían retornos excepcionalmente bajos. Un año antes habló del enigma de los bonos. O sea, que el debate dura ya más de dos años y los bonos no dan su brazo a torcer. Es mucho tiempo para que éstos mantengan una apuesta continuada sobre el enfriamiento económico, que ahora sí se percibe en Estados Unidos, pero no en los dos últimos años. Cabe colegir, por tanto, que la cotización del bono está sujeta, además de a ésta, a otras variables. Por ejemplo, al uso y abuso que los hedge funds hacen de cualquier instrumento financiero o commoditie cotizada. Ya se ha comprobado con el petróleo, el oro y la Bolsa, entre otros. Luego las autoridades no deberían estar tan preocupadas por el asunto. Sucede que llevan desde 1987 hablando de la necesidad de regular y controlar este tipo de fondos, pero no lo hacen. Ahí puede estar una de las soluciones al enigma.

Los mejores estrategas del momento han comentado recientemente que hemos pasado en un año de las advertencias sobre una subida de tipos mayor de lo necesario en los tipos oficiales, debido a los bajos tipos de interés de la deuda, a dar por zanjado el asunto y a considerar que todas las opciones quedan abiertas para la evolución a corto plazo de los tipos de interés oficiales. Un fenómeno que ha sido aprovechado por muchos para sugerir y especular con recortes próximos, más pronto que tarde, de los tipos de interés en Estados Unidos.

La evolución y comportamiento de los bonos provoca dolores de cabeza a unos y otros, porque hoy, como ayer, los escenarios sobre lo que deberían fundamentarse su comportamiento son los mismos:

a) Incertidumbre, volatilidad, en los mercados internacionales

b)Expectativas de recortes relativamente próximos de los tipos de interés oficiales

c) Elevada liquidez y baja inflación.

Contaba hace poco el estratega jefe en España de Citigroup, José Luis Martínez, que "en los últimos años hemos pasado por el escenario 3, hasta el 1. Pero muchos economistas temen el segundo. Con todo, sea al final el que sea, es claro que los tipos de interés de la deuda seguirán bajos. Salvo que Bernanke opine lo contrario. Otra cosa es las expectativas para la pendiente de la curva. También para la evolución de los diferenciales de tipos con otras monedas. En los últimos meses hemos tenido pruebas del potencial de volatilidad de ambas posiciones."

Añadía que "vemos a muy corto plazo más potencial para caídas de  los plazos cortos de la curva de tipos, aunque el aumento de la pendiente durante el próximo ejercicio debe venir de la mano de una subida de los tipos de medio y largo plazo. Nosotros esperamos ver niveles de 4,4% antes de final de año para el treasury 10 años, repuntando durante 2007 hasta niveles de 4,8%. El descenso de los tipos oficiales por la Fed a principios de 2007 hará el resto".

En términos puramente bursátiles se ha demostrado que el mantenimiento de tipos de interés largos en niveles excepcional y reiteradamente bajos ha permitido financiación barata, incluso gratis con inflación calculada, para los grandes fondos de inversión, que han inundado los mercados con este dinero y aupado los precios de las acciones, bonos y commodities. Es la clave del comportamiento de las Bolsas en los últimos años.

 

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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