La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“SI QUEREIS PODEIS SACAR EL SANTO, PERO NO ESTÁ DE LLOVER”

Moisés Romero - Martes, 31 de Octubre
santo Casa Perico. Ballesta, 18. Madrid. "Hay actores tercos como acémilas que se empeñan en ponerle puertas al campo de la Bolsa y decidir arbitrariamente cuando ésta tiene que subir o bajar. En mi experiencia de más de 30 años he aprendido muy pocas lecciones de la Bolsa, porque es un mercado vivo, lleno de sentimientos e ideas, con frecuencia contradictorias y fuera de la lógica. Eso sí, tengo grabado, porque lo he sufrido en mi bolsillo, que la Bolsa siempre sobrerreacciona en momentos de máxima agitación, es decir, que sube más de lo que debe de subir cuando la tendencia pinta a favor y baja más de lo que tiene que bajar cuando empeoran las cosas. La eficiencia, no obstante, existe y la Bolsa, siempre, ajusta los procesos. Por eso, lo mejor es dejarse llevar por la tendencia alcista y saber que cuando llegue el varapalo hay que saltar del tren en marcha. Un vez en la estación será tarde" O sea, que nadie se obceque, porque la Bolsa no quiere bajar.
Es la casa de comidas más famosas del centro de Madrid, en una calle próximas a la Gran Vía. En alguna ocasión hemos comentado que se citan en ella personajes de la vida madrileña de suertes y condiciones dispares, desde filósosfos, escritores, cantautores, periodistas, jueces y toreros hasta financieros, abogados y ejecutivos de máximo nivel. La cita primera es de un ejecutivo financiero tan hábil en el manejo de la palabra y la disertación como en el palo de golf.
La clave de la perorata es la sobrerreacción de los mercados y la innecesaria, como desafortunada, tendencia de muchos participantes a deshacer posiciones a corto plazo en plena euforia alcista. "Deja las ganancias correr y asume que las Bolsas olvidan, con mucha frecuencia, la lógica. Incluso desafían al vacio, cuando tocar bajar, o a las alturas, cuando, como ahora, tocar subir. Y es que está de subir. No hay otro empeño desde hace meses, porque unas operaciones corporativas se engarzan con otras y así hasta que la cadena se rompa. Hasta que no salte hecha añicos hay que seguir. No se trata de un pronunciamiento sobre si el mercado está caro o barato. Sencillamente está en ebullición".
Armado de mucha paciencia ante la impertinencia y cicatera posición contraria de otro comensal, nuestro ejecutivo de marras, puso el ejemplo de Don Amadeo, a la sazón cura párroco de Albaladejo, un pueblo de las estribaciones de la serranía conquense. A principio de los 60 una sequía atroz, como la que aún soportamos pese a las generosas lluvias de los últimos días, asoló la zona. Un grupo de mozos del pueblo solicitó a Don Amadeo permiso para sacar al Santo, San Isidro, en procesión, porque los más viejos recordaban que las rogativas habían surtido efecto muchos años atrás. El cura no opuso resistencia pero dejó clara su postura: "si quereis podeis sacar al Santo, pero que sepais que no está de llover....." Sacaron al Santo y, en efecto, no llovió.
"En la Bolsa actual sucede lo mismo. La gente compra y vende, vende y compra. Hace y deshace, con mucho riesgo, poco premio y gran coste. El público inversor y los denominados expertos pueden sacar al santo de la Bolsa para que deje de subir, pero la Bolsa no está de bajar". 

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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