IBERDROLA, EL NÚCLEO VASCO NUNCA VIO CON BUENOS OJOS LA ENTRADA DE FLORENTINO Y SUS SOCIOS EN ELLA

Redacción - Lunes, 13 de Noviembre

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Ahora que Iberdrola ha hecho las maletas y maneja un portolio de compañías extranjeras susceptibles de ser compradas o fusionadas (Galán ha dicho hace poco que la legislación actual española no favorece las fusiones) salta a la palestra el protagonismo del denominado núcleo duro vasco. Los especialistas bursátiles entienden que cualquier estrategia pasa por su consentimiento y que nunca fue bien recibida la entrada precipitada, atropellada en sus primeros compases por una mala ejecución bursátil de la operación, de Florentino Pérez y, por derivación, del grupo empresarial al que representa. Iberdrola quiere crecer bajo su batuta, que no es lo mismo que hacerlo con el empuje no consentido de terceros. Gracias a Iberdrola, las compañías eléctricas europeas de pequeña y mediana capitalización han subido con fuerza en los últimos días. El vendaval español anima la especulación. Iberdrola ya reconoció hace tiempo, no sólo la semana pasada, que tenía caja suficiente para acometer nuevos procesos de compra. Gana la británica Scottish Power y el consejo de Iberdrola apoya a su presidente en esta singladura. 

Las intenciones de Florentino Pérez de fusionar su participada Unión Fenosa con Iberdrola no sentaron bien a la dirección de la BBK, uno de los principales accionistas de la eléctrica. La intención de ACS provocó la rápida reacción de la entidad presidida por Xavier de Irala, que inició las vías de exploración entre el resto de cajas vascas con la intención de conformar un núcleo de presión vasco con la intención de mantener su cuota de poder en la futura Fenosa-Iberdrola. La hipotética fusión entre ambas eléctricas supondría, en la práctica, la dilución de su participación del 7,5% en Iberdrola.

El problema al que se enfrentaba Irala era importante, porque no puede aumentar su participación debido a las limitaciones del Banco de España en concentración de riesgos. De los contactos con el Banco de España, Irala no obtuvo del gobernador de la autoridad supervisora, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, una lectura más flexible de la norma. Esta posición obligaba a la BBK a buscar el apoyo del resto de cajas vascas -Kutxa y Vital- para lograr una posición conjunta en la eléctrica presidida por Ignacio S. Galán. Además, Irala tampoco descartaba que la BBK tomase una posición en Gas Natural, si al final el operador gasista entra en la fusión a tres bandas con Iberdrola y Unión Fenosa, una fórmula más barata que comprar ahora acciones de la eléctrica. No obstante, la posición de Gas Natural aún es una incógnita, de ahí la intención de Irala de buscar el respaldo de Kutxa. 

Sin embargo, todo quedó difuminado cuando su presidente, Carlos Etxepare, destacó, antes de la Asamblea General, con respecto a otras posibles inversiones, como la entrada en Iberdrola, que puede ser una inversión "interesante" pero manifestó que la caja no está presente en el sector energético y que "no es el momento" de entrar.

Fusión en entredicho

Poco después, Ignacio S. Galán iniciaba un contraataque en la misma línea, es decir, con el ánimo de aislar a ACS y dejarlo en su posición de accionista, sin más. En una entrevista concedida al 'Financial Times' , Sánchez Galán enfriaba los rumores sobre una integración con Unión Fenosa, de la que ACS es el principal accionista con el 35% del capital, al estimar que "no hay necesariamente un motivo estratégico detrás de su entrada".

"Si quieren invertir, son bienvenidos", añade. No obstante, el presidente de Iberdrola consideró que la legislación española debería ser modificada para hacer posible que las compañías se fusionen y hacer frente a los competidores europeos. En su opinión, la actual legislación "frena toda fusión, y es totalmente injusto cuando las compañías extranjeras pueden entrar y hacer operaciones".

"Las fusiones no están para crear grandes campeones, están para crear valor", afirmó Sánchez Galán haciendo alusión a la polémica suscitada con las OPA formuladas por Gas Natural y E.ON para hacerse con el control de Endesa. En este sentido, señaló que España y Portugal han abierto sus mercados energéticos a operadores extranjeros, y criticó que otros miembros de la Unión Europea, como Francia, Italia y Portugal "no lo han hecho".

El presidente de la segunda eléctrica española destacó que los cuatro pilares de la Unión Europea -libertad de establecimiento, de capitales, de mercancías y de personas- "están funcionando en muchos sectores, pero no en el eléctrico". De este modo, lamenta que el desarrollo de un mercado único en Europa "se está viendo frenado" por la falta de interconexiones y la ralentización de las privatizaciones. En relación a este tema, Sánchez Galán pide mejores conexiones entre España y el resto del continente. En cuanto a las privatizaciones, el presidente de Iberdrola afirmó que las participaciones de los gobiernos, como el de Francia con el 87% en EDF, "impide que las eléctrica participen en Europa al mismo nivel".

O sea, de ACS se habla muy poco en Iberdrola, al menos públicamente. 

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