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BONOS Y DIVISAS PIERDEN LA CALMA

Moisés Romero - Martes, 18 de Enero

{mosimage}Conforme avanza enero se observa mayor agitación en los mercados de bonos y de divisas y una situación de horizontalidad contundente en las Bolsas. Los bonos preludian tipos de interés más altos en Estados Unidos tras las manifestaciones efectuadas la semana pasada por la Reserva Federal en relación a que la inflación avanza y que hay que atajarla. En las divisas, los movimientos son más fuertes en el sudeste asiático, que es el gran centro de atención desde hace meses. Las Bolsas se resisten a bajar, pero también muestran serias dudas a la hora de emprender nuevos rumbos alcistas.

Los observadores no saben qué carta jugar, qué circunstancia atender, debido a la rapidez con la que se desarrollan los acontecimientos y las contradicciones en las que incurren un buen número de analistas. El cátedro Santiago Niño me contaba hace unos dí­as lo siguiente, como representativo de la situación: "el Nikkei está bajando y una de las causas que dan los expertos es Canon, porque se prevé que exporte menos a USA toda vez que el dólar está bajando respecto al yen. Pero dos dí­as antes Bloomberg señalaba que el Nikkei subí­a debido a ¡Canon! porque habí­a exportado mucho a USA. ¿Nadie veí­a -hace dos dí­as- que el dolar se iba a depreciar -en dos dí­as- respecto al yen y eso incidirí­a negativamente en Canon?. Más. El Dow sigue al alza ¡con todo lo que se está cociendo!, ¿nadie se pregunta quién invierte y provoca estas subidas?. Como decí­a aquella pintada de la Sorbona en Mayo del 68, "Parad el mundo, quiero bajarme".

Reflexiones como las apuntadas abundan por estos pagos en las últimas semanas y manifiestan el alto grado de incertidumbre que rodea la actividad de gestores, inversores y analistas. Cunde la desazón entre los profesionales, porque entre otras cosas, las Bolsas se resisten a bajar y también, a subir. Es lo que algunos especialistas denominan movimiento lateral de consolidación, que no es otra cosa que el desconocimiento total de lo que puede deparar el futuro, por dónde pueden ir los tiros. Por eso, cuando la Bolsa de Nueva York cierra por festivo, como ayer los volúmenes de negocio se resienten, hasta marcar cifras un 50% por debajo de los promedios de los últimos dí­as.

Son las divisas, no obstante las que concitan el interés de los profesionales a corto plazo. A los analistas les inquieta el cambio de opinión de la Reserva Federal empeñada ahora en fomentar el ahorro interno. En este nuevo estado de ánimo de la autoridad monetaria influye el hecho de que después de un descenso en los dos últimos años del tipo de cambio real del dólar cercano al 15% y una subida del eurodólar superior al 60%, el déficit comercial estadounidense ha crecido  más del 2,7% anual (54% en noviembre). En este epí­grafe, los analistas vuelven a destacar el peor comportamiento relativo del déficit comercial frente a China. El déficit frente a China ha crecido más del 53,5% durante 2004.

Son muchas las empresas multinacionales las que han aprobado planes de deslocalización. Por eso, el seguimiento al instante de los movimientos en los mercados de cambio puede arrojar luz sobre la evolución posterior de las cuentas de resultados. De ahí­, la inquietud de las Bolsas ante la agitación renovada en este mercado.

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Moisés Romero




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