La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

CORTEFIEL ¿EL PRINCIPIO DEL FIN?

Redacción - Sabado, 21 de Mayo

El desembarco de los fondos de inversión de capital riesgo en los mercados de valores españoles está produciendo una auténtica catarsis entre los especuladores. Traen dinero a espuertas y están dispuestos a comprar cualquier compañí­a parece que también a cualquier precio. Muchos accionistas, con los el signos del dólar en las pupilas, no han dudado en poner la alfombra roja a estos aventureros de los negocios. Amadeus fue su primer objetivo alcanzado en las bolsas españolas y ahora acaban de lanzar sus redes sobre la empresa textil Cortefiel. El fondo británico CVC Partners ha realizado una oferta por un importe de 17,9 euros por acción, un precio que el mercado no ha tardado en superar con la esperanza de que se produzca una contraoferta.

Los expertos consideran ya excesiva dicha valoración y parece difí­cil que llegue alguien con más dinero, pero todo es posible y el mercado así­ lo está reflejando. De hecho, en los últimos dí­as se ha hablado de que varios fondos han solicitado a Cortefiel sus cuentas, lo que denotarí­a su interés y predisposición a realizar una contraoferta, disparando la cotización de la empresa textil por encima de los 18,5 euros por acción.

Los fondos parecen ser la panacea que va a sacar al mercado del desabrido ambiente en el que se ha movido durante las últimas semanas. La llegada de dinero de estas sociedades de capital riesgo al mercado español, no obstante, está generando un doble y paradójico sentimiento de optimismo y preocupación. Los especuladores reciben este maná con los brazos abiertos a sabiendas de que supone una clara oportunidad para obtener interesantes ganancias sin demasiado esfuerzo. Sin embargo, entre los inversores tradicionales y con vistas a más largo plazo este desembarco supone un evidente riesgo de descomposición del tejido empresarial. Explican, que estas sociedades de capital riesgo en vez de generar valor suelen, ese es su negocio, inflar artificialmente su valor o bien disgregar las empresas compradas -después de realizar una fuerte reducción de plantilla- para luego venderlas al mejor postor, sacando unas jugosas plusvalí­as. La familia Hinojosa, titular del 55 por ciento del capital, para tranquilizar al personal ha garantizado que tras la OPA se mantendrá los 5.000 empleos en España, pero al tiempo ya se ha empezado a negociar una reducción de puestos de trabajo en la fábrica de Málaga.

Los más viejos de lugar observan con preocupación todos los pasos de estos fondos, pues su actividad es meramente especulativa y aquí­ se las está poniendo la alfombra roja -el mercado espera con ansias ofertas sobre valores como Indra, NH Hoteles o Gamesa- cuando en otros paí­ses como Alemania se están planteando limitarlas para que no dispongan de la capacidad total de adquisición de una empresa, evitando así­ destrucción de empresas que contribuyen a una sólida financiación de un estado y a la riqueza y empleo.




[Volver]