BOMBA DE RELOJERÍA

El mercado de renta variable ha recibido esta semana el primer susto serio del año. La imposibilidad de alcanzar la referencia de los 9.200 puntos ha sido el primer toque de atención sobre la rapidez de subida marcada en muy poco tiempo sin apenas respiro. El agotamiento se hace cada vez más evidente y la Bolsa ha llegado a perder incluso la psicológica cota de los 9.000, aunque no ha tardado en recuperarla. Esta ha sido la segunda señal de peligro, superada gracias a las expectativas de un recorte de tipos en Europa.

El mercado está pendiente ahora de nuevos datos de actividad y de los resultados empresariales, una bomba de relojerí­a que puede dar el tercer y definitivo aviso para una corrección importante. Las puertas abiertas dejadas por el BCE para una bajada del precio del dinero, si la inflación se mantiene bajo control, con el objetivo de frenar la escalada alcista del euro han tenido en principio una buena acogida en las bolsas europeas. La posibilidad de que se prologue el ciclo de tipos bajos ha permitido compensa la creciente preocupación por la evolución alcista de los precios del crudo. El barril de Brent ha superado de nuevo los 45 dólares. Pero esto puede ser un espejismo, pues el encarecimiento de los productos energéticos compromete significativamente la recuperación económica apuntada por los paí­ses de la zona euro.

En cualquier caso, la balanza finalmente se ha inclinado del platillo de las pérdidas. El í­ndice Ibex ha caí­do 16 puntos, un 0,18 por ciento, en el conjunto de la semana para cerrar en los 9.025,10 puntos. La debilidad de Telefónica, en especial, y la de los dos grandes bancos ha justificado estos recortes. Las acciones de la operadora han caí­do un 2,86 por ciento en el balance semanal al ser incapaces de consolidar la zona de los 14 euros. Y sin el apoyo del principal valor del mercado, las bolsas españolas difí­cilmente pueden ganar altura.

Agenda de previsiones

Muy complicada se presenta la semana que viene en los mercados financieros internacionales debido a los numerosos indicadores de coyuntura a lo que tendrán que hacer frente. Todo ello en una etapa especialmente delicada, pues los í­ndices han realizado algunos preocupantes movimientos correctivos en estos dí­as hasta sus zonas de soporte. Las dificultades para los inversores españoles comenzarán este mismo lunes, dí­a festivo en Estados Unidos donde se celebra el aniversario de la muerte de Martin Luther King, y por tanto no tendrán referencias a la hora de adoptar sus decisiones de inversión. El martes se publicará el dato de producción industrial en la zona euro, pero será el miércoles cuando los inversores deberán agudizar todos sus sentidos. Este dí­a llegarán desde Alemania los precios de producción, mientras que en Estados Unidos se publicará el IPC, se espera una subida de dos décimas en diciembre, el í­ndice de casas iniciadas y los permisos de construcción, que mostrarán la evolución del consumo, y, ya con los mercados europeos cerrados, la Fed dará a conocer el Libro Beige, informe de coyuntura que permitirá conocer la situación actual de la principal economí­a mundial. El jueves, el í­ndice de indicadores de Estados Unidos y la Fed de Filadefia volverán a poner a prueba los nervios de los operadores y, el viernes, se cerrará la semana con la guinda del í­ndice de confianza que elabora la Universidad de Michigan, un indicador muy seguido en los mercados.