La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

QUÉ SE ENTIENDE POR TIPOS NORMALES

Moisés Romero - Miercoles, 19 de Enero

{mosimage}Las Bolsas giran la cabeza cuando rugen los tambores de nuevas subidas de tipos de interés en Estados Unidos. Los observadores reparan, no obstante en que tarde o temprano, mercados de acciones y de bonos tendrán que mirarse a los ojos, porque sus vidas siempre discurren por caminos diferentes. En las últimas horas, vuelve a hablarse de la normalización de los tipos de interés. El término está muy bien elegido, porque transmite calma y sosiego. La Reserva Federal predica este mensaje desde hace tiempo para que el mercado no se sorprenda cuando las subidas de tipos se generalicen e incluso, sean mayores que las previstas.

La Reserva Federal de Estados Unidos mantiene la estrategia de adelantar los peores acontecimientos para apercibir a los mercados y evitar sustos súbitos, que tanto desastre ocasionan con frecuencia. La máxima autoridad monetaria se pone la venda antes de recibir la pedrada de tal modo que cuando ésta impacta en el rostro de los participantes en el mercado cuenta con un colchón mitigador, que evita heridas profundas. Es una táctica que ha dado muy buenos resultados hasta ahora. Primero se anticipan los movimientos y luego se actúa.

En los últimos dí­as los gurus estadounidenses de prestigio dibujan el futuro que viene. La cantinela más escuchada es que el mantenimiento de tipos de interés excesivamente bajos por un periodo demasiado largo, es decir, lo que ahora sucede, obligará a que su normalización al alza sea mayor de lo que inicialmente se ha anticipado. Si a finales de 2004 se manejaban tipos de interés en Estados Unidos en el 4% para este año, siempre dentro del marco expuesto de la normalización, ahora la plática incide en tipos al 5%.

Resulta curioso observar cómo al discurso recurrente de gurus famosos se han unido las advertencias de varios miembros de la Reserva Federal respecto a la necesidad de ser especialmente rí­gidos en la subida de los tipos de interés. El penúltimo caso lo encontramos en un informe elaborado por la Fed de Cleveland, que considera factible que la solución del actual desequilibrio exterior de la economí­a norteamericana pase por la combinación de un dólar más bajo y tipos de interés más altos. Lo dicho.

Los expertos reparan en las citas anteriores y tratan de adivinar el comportamiento de las Bolsas en ese escenario. Las subidas de tipos de interés son incompatibles con los crecimientos de los precios de las acciones, como norma. Sólo los tí­tulos más rentables aguantan el tipo en esta coyuntura, según los promedios estadí­sticos, siempre que sus réditos compitan con activos públicos a corto plazo de manera contundente. Si nos instalamos en las diferentes series estadí­sticas, habrá que convenir que los valores lí­deres del mercado y los que más miman al accionista volverán por sus fueros frente a las compañí­as de capitalización media y pequeña, desde siempre más indefensas en coyunturas como las que se pregonan.

Respecto a la debilidad renovada del dólar que se augura, la clave está en perfilar matices ante la expectativa de que éste se comporte de manera diferente según áreas y zonas de actividad económica. O dicho de otro modo, la apuesta de última ahora es que presionará con dureza a las monedas del sudeste asiático y mantendrá una evolución relativamente tranquila con el euro.

 

 

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




[Volver]