UE

A dí­a de la fecha, y simplificando, la verdad es que Italia miente, Portugal empeora, en España va a peor su productividad y Alemania se para. Europa se encuentra estancada, eso es lo único cierto. Italia ha realizado ingenierí­a estadí­stica a fin de escamotear puntos de déficit; Portugal se desliza por una pendiente altamente peligrosa en la que el crecimiento es extremadamente débil y su déficit creciente (el culpable del mismo, se dice, es su sanidad pública, ¡con las clamorosas carencias que tiene!); España tan sólo ha aumentado su productividad el pasado año, y tras la afloración de PIB que ha realizado el INE, un 0,4% (y lleva años con el ratio congelado); Alemania, ¡qué vamos a decir de Alemania!.

La pregunta, lo admito, es muy bestia, pero significa ir al final del problema porque viene a decir lo siguiente. Considerando la estructura económica, polí­tica y social de la UE; teniendo en cuenta su nivel de activos productivos, su nivel de conocimientos; contemplando el modo en que se están haciendo las cosas, el modo en que podrí­an hacerse partiendo de la base de que la UE es parte de un mundo postglobal, ¿puede Europa crecer?, ¿tiene Europa posibilidades de crecer?.

Pienso que serí­a hora de que alguien se hiciese estas preguntas, independientemente de las conclusiones a las que pudiera llegarse; arrojarí­a luz al problema. Lo que sucede es que la respuesta puede no ser agradable, y, ¿a quién le gustan las cosas desagradables?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.