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PRECIOS

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 26 de Enero

{mosimage}¡A ver!; pregunta. ¿Debe tener idéntico precio un bien que es vendido por una cadena de tiendas en todas las tiendas de la cadena?. Otra pregunta. ¿Tiene hoy el mismo precio en todas las tiendas de una cadena un bien que es vendido por ésta?.

Piénsenlo bien, porque una respuesta en uno u en otro sentido tiene consecuencias.

Comencemos por la segunda, que es más fácil. Su respuesta es un no. Dos cadenas de tiendas radicadas en Catalunya disponen hoy de tres tarifas de precios diferenciadas para varios bienes: una alta, una media y una baja; la aplicación de una u otra depende del lugar en el que se halla la tienda. Así­, un local de venta situado en una zona residencial de renta alta, venderá el bien X a un precio sensiblemente superior a otro de la misma cadena situado en un área de clase media, y éste será mayor que el que tendrá ese mismo bien si es vendido en una tienda que la cadena tenga en un barrio popular, con una alta tasa de emigración.

Vayamos a la primera pregunta. Su respuesta es un depende. Responder negativamente significa admitir que la demanda de un bien está función de su precio, sea cuál sea éste; en consecuencia, si los consumidores de la zona popular encuentran caro el champagne Moet & Chandon, y la cadena decide venderlo en su tienda de esa zona, las ventas de ese bien serán muy reducidas en la tienda que la cadena posé en esa zona.

Responder afirmativamente significa aceptar que la demanda pasa a ser función de la capacidad de compra -o de endeudamiento- de los consumidores. Si, debido a su polí­tica comercial, a la cadena le interesa incrementar las ventas del bien antes citado, reducirá su precio en la tienda del barrio popular y lo mantendrá -o incrementará- en la del barrio de clase alta; o no, dependerá de su estrategia.

Pero lo anteriormente expuesto es susceptible de ser sofisticado. Coca-Cola dispone desde el 2003 de la tecnologí­a necesaria para variar el precio de sus latas de refresco expendidas en máquinas dependiendo de una serie de parámetros como la temperatura ambiente, la cantidad vendida, la existencia de latas en cada máquina y, ¿por qué no?, de la situación de cada máquina; es decir, precios absolutamente variables en cada punto de venta en función de una serie de parámetros.

¿Se imaginan a dónde podrí­a llegarse combinando ambos modelos?. (No se les ocurra ir a patentar la idea: yo ya lo intenté -lo intenté- hace meses; ¿creen que si me hubiese salido bien les estarí­a contando esto ahora?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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