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FRANCIA

Santiago Niño Becerra - Lunes, 25 de Julio

Cada francesa y cada francés, al nacer, lo hacen con un pagaré bajo el brazo en el que figura escrita una cifra: 17.000 euros; esa es la cuota que corresponde a cada ciudadana y a cada ciudadano del vecino paí­s de la deuda total de la República Francesa.

Esa cifra la ha hecho pública, recientemente, Thierry Breton, ministro de Economí­a de la república, en una comparecencia en la que afrontó la situación de insostenibilidad en que, según dijo, se encuentran las cuentas francesas; pero como buen técnico, no se limitó a denunciar, aportó soluciones.

Dijo el ministro que las francesas y los franceses deben trabajar más, más años; así­, mientras que en 1970 el francés medio era integrante de la población activa durante el 65% de su vida, en el 2004 tan sólo lo era durante el 45%. Pero el miembro del ejecutivo francés fue más allá; dijo que además de aumentar la vida activa de las francesas y los franceses, el número de éstas y de éstos que integraban la población desocupada debí­a descender. Ante estas afirmaciones, Uds., al igual que yo, se preguntarán cosas.

Hoy, Tanto el PIB como el PIB pc de Francia y de sus ciudadanas y ciudadanos es bastante mayor que en 1970, y ese incremento se ha producido ¿a pesar? de que los años de actividad de francesas y franceses hayan descendido, y ¿a pesar? de que la tasa de desempleo sea superior hoy de lo que era hace 35 años. La razón por la que en las dos ocasiones en que, hace escasas lí­neas, he utilizado ?a pesar' lo haya enmarcado entre signos de interrogación es debido a que esa caí­da en los años de actividad y ese aumento del desempleo pueden ser leí­dos de otro modo.

La productividad por hora trabajada es hoy mayor de lo que era en 1970, entre otros motivos porque el valor de lo producido en Francia hoy es mucho mayor que el valor de lo producido en 1970, entre otras razones porque tanto el capital humano francés como el nivel de inversión son hoy, en Francia, muy superiores a los correspondientes a estos agregados en 1970. Es decir, ¿qué nivel tendrí­a hoy la productividad francesa y, en consecuencia, qué nivel de inflación tendrí­a hoy Francia y dónde estarí­a en el ranking de competitividad mundial, si las francesas y franceses estuvieran activos los mismos años que en 1970 y la tasa de desempleo se hubiese mantenido en el mismo porcentaje que en 1970?.

Porque claro, lo que no dijo el ministro es que Francia tiene una de las mayores productividades horarias del mundo, a pesar de los pocos años que trabajan sus ciudadanas y sus ciudadanos, y a pesar de lo elevada que es su tasa de desempleo. ¿O es que el nuevo ministro galo de Economí­a tiene como objetivo que nuestros vecinos trabajen un montonazo de años, sus compañí­as contraten a una enormidad de trabajadores y la productividad del paí­s continúe aumentando?. Igual sí­, ya que es posible que M. Breton tenga la PFE, la Piedra Filosofal de la Economí­a. Si es así­, felicidades.

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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