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SUPERBOWL Y EL DESTINO DE LA BOLSA

Moisés Romero - Lunes, 07 de Febrero

{mosimage}En los anales de Wall Street existe documentación muy abundante sobre los recursos que utilizan operadores, inversores, analistas y especuladores para proyectar sus inversiones en el mercado. Unos recurren a las echadoras de cartas, otros a los astrólogos, aquellos a los visionarios y éstos al análisis de los grandes acontecimientos estadounidenses y su impacto en los mercados. Por ejemplo, la SuperBowl ¿Entienden por qué una parte de la grada aupaba ayer, con su griterí­o, a un equipo determinado? Pensaban más en el impacto del resultado en la Bolsa, que en el propio resultado futbolero. Ganaron los Patriots. Menos mal.

La primera vez que conocimos este asunto fue hace veintiocho años. La pluma brillante de José Ignacio Gutiérrez-Laso, entonces agente de Wall Street, nos encandilaba a los más jóvenes con historias importadas, como ésta, de gran impacto en la Bolsa más capitalizada del mundo. Decí­a hace años Gutilaso, que "los analistas de Wall Street recurren a todo tipo de estadí­sticas para aconsejar a sus clientes. No se cortan un pelo y manejan un gran arsenal de series estadí­sticas, con mayor o menor impacto en el ánimo de los inversores. Una de las más seguidas es la SuperBowl."

Hay firmas de análisis estadounidenses que siguen muy de cerca este fenómeno y concluyen que en 30 de los 38 años en que el representante de la conferencia nacional ha vencido al de la conferencia americana en la SuperBowl de fútbol americano, el mercado ha terminado alcista. Con esta serie estadí­stica queda justificado el que ayer los inversores animasen más a los Patriots de Nueva Inglaterra que a los Eagles de Filadelfia en la final que se celebró en Jacksonville, Florida.

Además, antes del partido se consideró otro dato interesante en este acontecimiento, el dato de las mascotas, porque de las últimas 25 finales entre equipos con mascotas animales y humanas, estas últimas han ganado 18 veces. Ello condujo a creer que darí­a una probabilidad del 72% para la victoria de los Patriots ayer y, por lo tanto, del 79% de posibilidades de que el mercado sea bajista en 2005. Por último, si se unen ambas estadí­sticas, la probabilidad de bajada en Wall Street este año es del 57%.

Las estadí­sticas, como sabemos, siempre acumulan excepciones. Por eso, nadie se rasga las vestiduras ni tampoco echa las campanas al vuelo. Fenómenos de masas como el explicado tienen una influencia fuerte en un periodo de tiempo concreto, generalmente corto porque depende del estado de ánimo de los participantes en el mercado, bien porque sus colores han sido goleados, bien porque la estadí­stica del resultado no augura nada bueno. O al revés.

Lo normal es que tras la resaca futbolera de ayer, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, Wall Street mantenga su proyección de fondo, con la atención puesta en los resultados de la gran cumbre del G7 y el análisis detallado de los resultados empresariales que aún quedan por salir a la palestra.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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