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El debate sobre el enfriamiento de la economíт­a de EE UU, en su punto más álgido

dani - Sabado, 24 de Febrero
dinero_nieveEl "debate sobre el grado de desaceleración de la economía norteamericana", lo han denominado. Es evidente: son  ahora los datos de crecimiento, el riesgo de que sorprendan al alza o a la baja, uno de los factores más relevantes a la hora de hacer pronósticos para los tipos de interés. ¿Y la inflación? me temo que las perspectivas de inflación van ahora a la zaga de los pronósticos de crecimiento. ¿Está creciendo la economía norteamericana a ritmos de crecimiento potencial? Es evidente que de la  respuesta a la cuestión anterior se pueden derivar, ceteris paribus, la existencia de riesgos mayores para la inflación. A pesar de la mejora que esperamos en la inflación USA en los próximos meses. Parte  de esta mejora ya se percibe en los últimos datos conocidos de inflación: los datos más recientes apuntan a una moderación de su crecimiento anualizado hacia niveles del 1.6-1.8 %, frente al 2.6 % en tasa anual en el caso de la inflación subyacente en también en noviembre  ¿Bajar los tipos de interés en esta situación? no parece descabellado, aunque quizá prematuro.

La autoridad monetaria debe tener claro que su actuación sobre los tipos de interés oficiales no será una fuente de volatilidad en el futuro. Y es una lección que ha aprendido de otras ocasiones anteriores. Por ejemplo, nosotros esperamos que la economía norteamericana haya moderado su crecimiento hasta ritmos del 2.8 % en el Q4. Moderado, es cierto. Pero es también claro que un crecimiento por encima del apuntado en un principio, más cerca de niveles del 1.5-1.75 %.

Detrás de esta mejora en nuestro pronóstico está tanto una aceleración en la evolución del consumo privado como un descenso menor de lo previsto en la inversión residencial. Así, esperamos que el consumo privado aumente un 4.3 % anualizado en el Q4 frente al 3.6 % de todo el año; que la inversión en bienes de equipo aumente un 1.1 %, frente al 7.2 % estimado para el ejercicio; que la inversión residencial baje un 20.3 %, completando el 12.9 % del año; que el consumo público se acelere un 3.6 % por encima del 2.8 %.

¿Y para la primera mitad del año? esperamos aumentos del 2.6 % y 3.1 % respectivamente para los dos primeros trimestres, no lejos de los datos de final de año pero demasiado cerca del crecimiento potencial estimado en niveles del 3.0 %. Lo dicho: demasiado prematuro para ajustar los tipos de interés oficiales, a pesar de la mejora que esperamos se mantenga en la inflación. ¿Unos datos de inflación suficientes para limitar las tensiones en la deuda? Con tipos de interés reales de 2.25-2.5 puntos, no deberíamos esperar tensiones violentas en la deuda a corto plazo. Salvo imponderables, alguno de ellos un desplome del USD o una  nueva Crisis en los mercados de crudo y otras materias primas. Hace unos meses hubieran sido potenciales escenarios a valorar. Ahora simplemente se aceptan como potenciales riesgos de escasa posibilidad de materialización.

Pero la reconducción al alza de los tipos de interés de la deuda, algo que esperamos continúe en los próximos meses, puede también explicarse por la combinación de un crecimiento sostenible que favorezca el aumento de la demanda de liquidez en los mercados, frente a una moderación en su creación desde el "mar de liquidez" en los últimos años. No se trataría tanto de volver a resolver el conundrum que llevó los tipos de interés 10 años USA por encima del 5.2 % antes del verano pero es claro que los alejaría algo más de los mínimos recientes del 4.4 % en noviembre. ¿Qué cuál de los dos movimientos ha sido el más razonable? ninguno de ellos, considerando que los excesos en el primero llevaron al también exceso en la caída de tipos tras el verano.


José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citigroup en España




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