Tras dos días suspendidas de negociación, las acciones de Metrovacesa han regresado al mercado con un acusado descenso del más del 18 por ciento, hasta 95,5 euros, en respuesta a los complejos planes de división entre la empresa y su filial francesa Gecina presentados por los dos principales accionistas. El valor, sin embargo, se ha ido recuperando poco a poco para cerrar la sesión en 107,95 euros tras registrar una caída del 8,4 por ciento. Pese a que este recorte ha sido muy inferior al inicialmente previsto por los expertos, el valor se ha colocado como el más bajista del selectivo en el año al acumular un descenso del 11,07 por ciento. Los analistas recuerdan que los planes de separación no están claros en absoluto y deben de ser previamente aprobados por los reguladores español y francés, y lo único que parece claro es que la operación planteada valora los títulos muy por debajo de sus cotizaciones actuales por lo que el escaso castigo sufrido hoy no tiene demasiadas explicaciones a no ser que se esperen sorpresas por parte de la CNMV.  

El organismo presidido por Manuel Conthe ha subrayado que el levantamiento de la suspensión, así como la publicación el lunes del acuerdo de separación entre los principales accionistas de Metrovacesa, Joaquín Rivero y Juan Bautista Soler y la familia Sanahuja, "no prejuzgan en modo alguno" la decisión del supervisor sobre el conjunto de operaciones previstas en dicho acuerdo, que la CNMV analizará "con detenimiento a la luz de la normativa española sobre el mercado de valores y, en particular, de la relativa a OPA's".   

El acuerdo de separación supone que, por un lado, la familia Sanahuja, primer socio de referencia del grupo actual con un 39% de su capital, se quedará con Metrovacesa, sociedad que estará compuesta por los negocios de la compañía en España y parte del actual patrimonio en Francia.

De otro lado, el actual presidente de la inmobiliaria, Joaquín Rivero, y su socio y también accionista de la empresa, Juan Bautista Soler, pasarán a ser socios de referencia de Gecina, actual filial francesa del grupo y que integrará los negocios de la compañía en Francia. Además, Rivero y Soler (ambos controlan el 36% de la actual inmobiliaria) comprarán tres activos de Metrovacesa en España valorados en nos 270 millones de euros con los que constituirán una nueva empresa que a medio plazo puede cotizar en bolsa.

Con este acuerdo se pone fin a las "diferencias" que estos dos accionistas mayoritarios de Metrovacesa vienen manteniendo sobre la gestión de la compañía. El consejo de administración de Metrovacesa estudiará mañana este acuerdo, así como la dimisión presentada al cargo por el consejero delegado de la compañía, Manuel González García, alegando motivos personales.

Este consejo supondrá así el inicio del proceso de entre siete u ocho meses que se estima conllevará el conjunto de operaciones corporativas, entre las que se incluyen ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA's), por las que se hará efectiva la segregación de Metrovacesa, primer grupo inmobiliario español y tercero de la zona euro.