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EL MODELO ESPAÑ‘L - I

Santiago Niño Becerra - Jueves, 15 de Diciembre

Existen temas recurrentes, temas que repentinamente aparecen y, durante unas semanas, acaparan el interés de los medios y de algunos expertos para, a continuación y con la misma rapidez, desaparecer durante meses o años; luego, tras un periodo en la nevera, tornan con la misma virulencia que antaño, y vuelta a empezar. El modelo económico español es uno de estos temas.

 
Vuelve a hablarse del modelo económico por el que/con el que funciona el reino, el modelo económico en el reino vigente, y nuevamente, vuelven a proclamarse sus fallos, a señalarse sus problemas, sus limitaciones y, otra vez, vuelve a argumentarse sobre lo que seríт­a necesario hacer para enderezar su declinante rumbo, para volverlo más operativo, para que fuese verdaderamente competitivo.

 
En la inmensa mayoríт­a de las ocasiones el dictamen es acertado asíт­ cómo varias de las recetas prescritas; el problema, entiendo, reside en que las recetas parten de que el reino haga mejor lo que hace, es decir, para que corrija los defectos que limitan profundizar en la senda que ya se encuentra recorriendo; a mi parecer deberíт­a pensarse de otro modo, cambiar de tercio, dar un golpe de timón e ir por un camino opuesto.

 
La visita que a mediados del pasado noviembre realizó al reino el presidente de la República Popular China, Hu Jintao, dio lugar a numerosos análisis sobre los intercambios comerciales entre los dos paíт­ses; pues bien, muchas y muchos quedaron sorprendidos cuando vieron la lista de bienes importados por el reino y elaborados por el paíт­s asiático.

 
Resulta que en el 2002, la partida más importante importada desde China fueron los utensilios informáticos, partida que descendió al segundo puesto en el 2004, pero habiendo experimentado un incremento de casi el 60%; en segundo lugar, los juguetes, partida que decrece al quinto lugar en el 2004, creciendo, tan sólo (?), el 16%; el tercer puesto lo ocuparon, en el 2002, los equipos de telecomunicaciones, que son los que encabezaron la lista en el 2004 con un aumento de casi el 103%. ?Cosas' como las ?prendas femeninas' y la ?marroquineríт­a' ocupaban los lugares cuarto y el quinto en el 2002, en el 2004 habíт­an descendido al séptimo y octavo respectivamente. ¿Qué nos dicen estas cifras?, pues que ya es un mito lo de que el peligro-que-viene-de-China sean las blusas de señora.

 
Lo que está sucediendo es que China ya es un competidor serio de bienes que, en muchos aspectos, eran un coto muy privado del Reino de España porque eran bienes en los que teníт­amos una clara ventaja competitiva; muchos de los fabricantes que los elaboraban se han ido, a China o a cualquier otro lugar, y/o una mayor demanda del reino está siendo atendida por bienes que, entre otros lugares, están siendo elaborados en China.

 
Visto lo visto, ¿de verdad el futuro del modelo económico español se encuentra en mejorar la competitividad de cosas que ya están siendo fabricadas en, por ejemplo, China?. ¿No es más lógico pensar que, por las razones que sean, España ha ido perdiendo una serie de trenes y que ahora debemos tratar de coger los que ya se están aproximando por el horizonte?; trenes como los de los servicios de ocio y residenciales. Si el reino fuese un paíт­s como Finlandia, tal vez podríт­amos pensar en otra cosa pero, resulta, que no lo es.

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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