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TURISMO (OTRO)

Santiago Niño Becerra - Jueves, 02 de Febrero

Ayer, de alguna manera, hablamos del turismo; hoy, seguimos Uds. saben del turismo de aventura, del turismo cultural, del turismo gastronómico, han oíт­do hablar del turismo sexual, del turismo de borrachera pero, ¿qué saben del turismo sanitario?.

El llamado ?Turismo Sanitario' es un fenómeno creciente que se está dando en el reino. Como su denominación indica, el fundamento es simple: planificar un viaje y una estancia de duración conveniente a fin de recibir la atención sanitaria que el turista necesita; hasta aquíт­, y en cuanto a su finalidad, en muy poco se diferenciaríт­a de otra tipologíт­a turíт­stica; la diferencia de este tipo de turismo con otros radica en que, en la inmensa mayoríт­a de los casos, el pagador del objeto recibido en el acto turíт­stico no es el turista, si no el Estado español, es decir, todos los contribuyentes al Estado, es decir, en su inmensa mayoríт­a, las españolitas y los españolitos de a pie.

El número de los servicios sanitarios recibidos por los cotizantes del reino, asíт­ como su calidad y la de los profesionales que los prestan, varíт­an de una región económica a otra (ya les he dicho que me resisto a utilizar el término ?Comunidad Autónoma'), pero, en cualquier caso, y aunque aún se produzcan carencias estrepitosas en algunos ámbitos, la calidad de tales servicios ha mejorado enormemente en relación a, por ejemplo, dos décadas atrás; esto es algo que admiten hasta los más encendidos detractores de la sanidad pública. De hecho, tanto ha mejorado que en algunos aspectos la sanidad pública del reino ha superado a otras sanidades públicas de algunos paíт­ses del entorno europeo.

Pues bien, crecientemente se está produciendo un flujo de personas allende nuestras fronteras (?frontera' = anacronismo) que, contabilizadas como turistas, vienen al reino a ser tratadas y atendidas por la sanidad pública de ?aquíт­' debido a que encuentran ventajas en relación a ser atendidas por la de ?allíт­'. Este hecho se está produciendo en todos los intervalos de edad, pero, fundamentalmente, en el de mayor edad.

Cierto es que existen convenios interpaíт­ses que compensan estos gastos, pero, aún suponiendo que las compensaciones sean atendidas puntualmente, el coste medio del servicio que uno de estos turistas sanitarios de dad avanzada recibe en el reino supera en más de seis veces, ¡seis!, el pago medio que el reino percibe de los Estados originarios de estos turistas. Esto, por un lado. Porque por otro, la sanidad pública del reino adolece de un problema del que le cuesta desprenderse: las listas de espera que, en algunas patologíт­as, son escandalosas.

Complejo, ¿verdad?. La sanidad pública del reino argumenta costes crecientes y disponibilidades financieras que no crecen en proporción a esos costes, pero, a la vez, personas que no contribuyen a esas disponibilidades financieras, o que lo hacen en mucha menor medida, están acudiendo en creciente número a esa sanidad pública a fin de beneficiarse de su atención; paralelamente, los que en mayor medida contribuyen a las referidas disponibilidades financieras, pueden hallar carencias en alguno de los aspectos de la atención a recibir. El "resolvedor" de problemas que lo resuelva (si sabe / quiere / puede / le dejan).


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.


@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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