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EL COLOR DEL CRISTAL

Santiago Niño Becerra - Lunes, 20 de Marzo

(Sé que me repito: este tíт­tulo ya lo he utilizado, pero la ocasión se presta; ya lo verán).

La publicación de las cifras del desempleo registrado en las oficinas dependientes del Ministerio de Trabajo han sido celebradas por los responsables políт­ticos del reino: el paro se redujo en 2.226 personas en el mes de Febrero. Vale. Muy bien; pero, ¿qué hay más allá de esa cifra? (Con letra pequeña el contrapunto: en tasa interanual el desempleo ascendió).

Lo que hay, de entrada, es que el desempleo femenino representa más del 60% del total del paro registrado, que los emigrantes sin empleo ascienden a más del 7% del desempleo total y que el paro entre los que buscan su primer empleo, como en muchos otros meses anteriores, subió.

El ministro de Trabajo manifestó que se está creando "empleo de calidad" porque el número de contratos indefinidos está creciendo más de lo que lo hacen los temporales, pero nadie ha aclarado de qué tipo son esos contratos indefinidos ni que empleo es el que recogen esos contratos. (¿Sabíт­an Uds. que un contrato indefinido puede ser un contrato por, por ejemplo, de 20 horas semanales ... indefinidamente?).

Posiblemente, uno de los aspectos más interesantes que los datos de Febrero han puesto de manifiesto es el ascenso de la tasa de actividad, lo que es francamente positivo, pero que pone sobre la mesa uno de los problemones de la economíт­a española: su incapacidad de crear suficiente empleo para la población activa posible; y otro más: la oposición existente en España entre ?aumento del empleo' y ?evolución positiva de la productividad'.

En el Reino de España, si aumenta la población que demanda empleo, el desempleo asciende. Si el desempleo desciende, la productividad se estanca. El empleo puede que mejore, pero la competitividad de la economíт­a española decrece. Y, ¿cuánto valor genera el empleo que se crea?.

Los políт­ticos -todos e independientemente del partido al que pertenezcan- tienden a ver las cosas según el color del cristal con el que miran, pero en las cosas del empleo tienden a hacerlo aún más. Los datos del empleo del factor trabajo del Reino de España correspondientes al mes de Febrero no son buenos, son malos: el sistema ha expulsado a muchas mujeres de la población ocupada; varios miles de emigrantes que, teóricamente, vinieron porque hacíт­an falta, están desempleados; gentes -jóvenes, muchos- que se han incorporado a la población activa buscando un empleo ven que el sistema no puede suministrarles uno; la productividad está estancada, la competitividad cayendo. Pero se ha creado empleo de calidad, ha dicho el ministro, aunque no sepamos que calidad de valor genera ese empleo creado.

Lo dicho: el color del cristal. (Yo lo escojo azul, que dicen que calma los nervios).


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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