La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“SI NO TE MUEVES, TE DESPIDEN”

Moisés Romero - Miercoles, 05 de Abril
{mosimage}A. F. M. es uno de los operadores más activos del momento actual de la Bolsa. Deseoso de que lleguen las minivacaciones de Semana Santa cuenta a sus allegados que los multiplicadores del mercado están caros; que escasean las alternativas a la Bolsa, y que por ello se mantiene en pie; que tarde o temprano saltará al ruedo bursátil la temida volatilidad y que los clientes, por un lado, y los dueños de la sociedad de valores, por otro, son cada vez más exigentes. Destaca que en un momento de gran agitación en todos los frentes, con operaciones que se pregonan, aunque nunca se ejecuten, urge moverse, porque si no te despiden.
Lo que cuenta hoy nuestro interlocutor lo hemos escuchado en el viejo parqué de la Bolsa de Madrid. El resumen es que en un momento espléndido a nivel de rumores y de trazados de operaciones empresariales singulares en medio mundo, el especialista bursátil que decida ponerse en contra, es decir, sostener y no enmendar que la Bolsa está cara y que tarde o temprano vendrá una corrección, está despedido.

En momentos de murmullos y euforias como el actual, en una secuencia que dura desde el verano pasado, hay que salir en todas las fotos, sean o no eficaces, sean o no rentables. Hay que catar todos los melones de las operaciones corporativas, dicen los estrategas, sea cual fuere su sabor y color y a sabiendas de que muchas, la gran mayoríт­a, no están maduras.

Actuaciones alocadas como las que se propalan en los mercados de acciones en los últimos meses sirven, como dato curioso, de motor de nuevas alzas. Los rumores se retroalimentan y procuran que el mercado siga vivo, que la bicicleta de la ilusión siga en pie. Por eso, cuando la rumorologíт­a se apaga en el sector energético, por citar un ejemplo, rápidamente surge en el sector bancario, y al revés.

Los expertos se han desgañitado con llamadas a la prudencia ante los buenos resultados alcanzados por los íт­ndices en el primer trimestre, dado que las ganancias sumadas equivalen al total previsto para el conjunto del año. El bolsista, no obstante, es ambicioso por definición y se deja llevar por las voces de las ganancias que vienen, más que por las ganancias ciertas. O sea, generalmente actúa al revés.

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Moisés Romero




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