La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

QUE LAS VALORACIONES NO SE CONVIERTAN EN HUMO

Moisés Romero - Jueves, 04 de Mayo

{mosimage}Vuelve a hablarse con detenimiento y rigor de las valoraciones alcanzadas por los mercados de acciones, la mayor parte de ellos en los niveles más altos de los últimos seis años, incluíт­do el maltrecho, para muchos enterrado, Nasdaq. Quienes sostienen que los multiplicadores se encuentran por encima, o en el mismo nivel, que los promedios históricos no se atreven a pronosticar un cambio radical, un empeoramiento súbito de los precios, porque son ahora las empresas las protagonistas de las Bolsas y no los inversores, aunque éstos sean los que ponen gasolina al motor. Fabuloso galimatíт­as leíт­do asíт­ de un tirón, pero que es fácil de entender.

Dicho de otro modo. Las empresas siguen empeñadas en el crecimiento, con  incursiones aquíт­ y allá, en lo que es un mercado globalizado. Las operaciones corporativas se han convertido en el gran sostén de los mercados en la actualidad y son las que soportan las valoraciones actuales y, lo que es más importante, las que facilitan reducciones de los multiplicadores.

En la coyuntura actual el papel del inversor es el del mero ejecutor de sus órdenes de compra y de venta, es decir, tiene menos relevancia que hace algunos meses cuando éste se anticipó a los movimientos de ahora. Pues bien, los movimientos han llegado y continúan. O sea, son las empresas las que animan a que los flujos de dinero sigan presentes en los salones de operaciones, porque son éstas ahora las que han tomado la delantera.

Nadie puede cuestionar que el matrimonio empresas cotizadas - dinero es indisoluble, pero tampoco que, como sucede en cualquier pareja humana, a veces uno lleva más las riendas que el otro, y al revés. Eso es lo que ahora ocurre con el cambio de papeles en el protagonismo del mercado. Son las empresas las que provocan no sólo que el dinero se retire a buen recaudo sino que vuelva a entrar con fuerza.

A corto plazo se ha introducido en las Bolsas, por tanto, un fenómeno interesante que sólo puede ser evaluado en la medida en la que se consumen los diferentes movimientos empresariales en ciernes. Ello cambiará los contenidos y las valoraciones, generalmente más bajas que las actuales. Habrá noviazgos, también, que se queden en el camino y que las valoraciones fantásticas de hoy sean puro humo. Es decir, la historia de siempre.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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