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LLEGAN LOS NUEVOS PETRODÑ“LARES, PERO NO A TODOS SITIOS

Moisés Romero - Miercoles, 26 de Abril
{mosimage}Uno de los asuntos financieros más interesantes de la semana pasada, en el que curiosamente apenas han reparado los mass media, es el movimiento de agitación alrededor del dólar, como preludio de severos recortes, justo cuando sorprenden las entradas de dinero hacia los activos estadounidenses. Las dos cosas son contradictorias, pero una no invalida a la otra, a decir de los expertos, que consideran que los nuevos flujos de dinero son equivalentes a los petrodólares de antaño. Es decir, que aquellos mercados que reciban el maná serán los verdaderos protagonistas, al margen de los vaivénes monetarios. En España, el último recuerdo es de KIO.

Los datos de inversiones internacionales registrados durante el mes de febrero constatan un sorprendente repunte en las entradas netas de capitales en Estados Unidos hasta los 86.900 millones de dólares, desde los 69.100 millones de enero ¿Vuelven los petrodólares? Eso es lo que interpretan los estudiosos, que resaltan que el mercado esperaba una entradas de 58.000 millones de dólares. Los treasuries han registrado compras netas de 21.900 millones de dólares, frente a los 4.200 millones de enero.

Lo primero que uno se pregunta al observar estas cifras es quién compra, pero también, quién vende y, lo que es más importante, por qué estas magnitudes se muestran insuficientes para soportar al dólar frente al euro. Buscando análisis y reflexiones sobre el caso nos quedamos con la que alude a la instalación del miedo en los mercados, que acelera la inestabilidad en los mismos y provoca flujos y reflujos, entradas y salidas, sin distingos.

Hay miedo al alza inexcusable del petróleo; al programa nuclear de Irán; a los movimientos de confrontación civil en zonas con yacimientos petrolíт­feros; a los resultados empresariales que vienen; a mayores alzas de los tipos de interés en Estados Unidos y en Europa; a un posible enfriamiento económico. Por eso el dinero corre de un sitio a otro y el referido a los nuevos petrodólares se fijan en los activos de Estados Unidos. Otros inversores, no obstante, aprovechan el movimiento para hacer las maletas para abandonar el área del dólar.

Son momentos, por lo demás, de estudio de impactos del alza del petróleo sobre el conjunto económico. Durante el año pasado la subida de los precios del costó más de un 23% en el crecimiento de la renta disponible de las familias estadounidenses, más de 87.000 millones de dólares. Para este año, las estimaciones son de 70.000 millones de dólares adicionales. Coincide el caso, con fuertes tensiones de precios (rentabilidades al alza) de los bonos del Tesoro. Todo está preparado, asíт­, para que el consumo privado se resienta.

Dijo el sabio (y Santo) que en épocas de turbulencias lo mejor es no hacer mudanzas. Aquíт­ y ahora, el dinero hace justamente lo contrario, huye de unas áreas para entrar en otras, y al revés. Son imágenes propias de los incendios, con los actores metidos en un gran trasiego, sin saber por dónde tirar. Eso síт­, sólo los nuevos petrodólares harán que las quemaduras posibles sean menos dolorosas.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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