{mosimage}Las salidas a Bolsa marcan un antes y un después del otrora denominado capitalismo popular. Los inversores recelan, en la actualidad, de las nuevas empresas que se exhiben en los mercados mientras la banca de inversión sigue empeñada en exprimir al máximo la ubre de la liquidez reinante. Puede decirse, por tanto, que son los fondos de inversión los que soportan el fenómeno. O mejor dicho, los responsables de la gestión de estos fondos los que hacen posible que compañíт­as con mimbres débiles se estrenen en la Bolsa. Por eso, los comienzos son malos. Eso es lo que acaba de suceder con Renta Corporación y Parque Sol. Además, hay un exceso de compañíт­as inmobiliarias llamando a la puerta del mercado, ahora que el sector muy bien podríт­a haber dicho ya todo lo que tiene que decir.

Mientras, Parquesol cerró su primera sesión en la Bolsa con una caíт­da del 5,43%, que situó el precio de sus acciones en 21,75 euros, frente a los 23 euros pagados por los inversores que acudieron a la oferta pública de venta. A través de su OPV Parquesol ha colocado en el mercado un total de 14,23 millones de acciones, representativas del 35,8% de su capital social (incluidas los 1,85 millones de la 'green shoe').

Respecto a Renta Corporación, la inmobiliaria acumula una caíт­da del 6,53% en su primer mes de vida en la Bolsa. A pesar del repunte del 13,79% (33 euros por acción) que marcaron sus tíт­tulos en el primer cambio durante su debut bursátil, y la subida del 5,52% que registró al final de su primera jornada, los tíт­tulos de la inmobiliaria han sufrido descensos en 12 de las 19 jornadas bursátiles desde el comienzo de su cotización (periodo de un  mes). En abril, la compañíт­a se dejó un 4,8%, fijando su precio más bajo el díт­a 27 (27,03 euros) tras la presentación de sus resultados del primer trimestre del año.

Aviso para navegantes

No pocos operadores advierten del principio del final de ciclo actual en Bolsa inducido por la calentura de muchas compañíт­as, que aceleran sus planes para salir al mercado, alguna de ellas por segundo intento. O dicho de otra manera, la situación se repite ciclo tras ciclo de tal modo que aumenta el número de empresas que solicita los favores del mercado cuando los íт­ndices llegan a zona de máximos.

Con frecuencia, los íт­ndices giran en sentido contrario y provocan que gran parte de esas compañíт­as decidan retirar sus ofertas. El sector inmobiliario gana por goleada en su afán de estrenarse en el mercado, justo cuando los tipos de interés han iniciado la tendencia alcista y mayor es la oferta de inmuebles en nuestro paíт­s.

"La sensación, en fin, es que los dueños de las compañíт­as quieren hacer caja y aprovechan los momentos de euforia de la Bolsa para vender papelitos con la ayuda de los bancos de inversión, que ese es su negocio. Pero la gente ya no pica como antaño. Es decir, que en la avalancha de salidas a Bolsa que se pregonan puede haber mucho fiasco, si es que la mayoríт­a no se retira, como ya sucediera hace años", finaliza.