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PEZQUEÑ‘INES, JAULAS Y RATONERAS DE ORO

Moisés Romero - Martes, 29 de Agosto
Los fondos especializados en valores medianos y pequeños batieron el año pasado récord de rentabilidad en un movimiento que se estiró durante cinco años. Todo, no obstante, tiene un límite. Por eso, algunas gestores de renombre y con credenciales interesantes en esta parcela comenzaron a final del año pasado a cerrar el grifo, bien con incrementos notables en las aportaciones,  bien con la traslación de las carteras a otros mercados en detrimento del nacional. O, en su defecto, acotando la vida de los fondos y cerrando las puertas, sin más. La principal razón está en el agotamiento de las expectativas, principalmente en el mercado nacional para los valores de capitalización pequeña y mediana. Cada vez quedan menos valores pequeños susceptibles de ser opados. En las dos últimas semanas se ha registrado, además, un notable incremento de la volatilidad por las actuaciones de ida y vuelta de la especulación más avezada. Compras y ventas en los mismos valores.
Estos movimientos de acotación a los valores más pequeños han sido ampliamente comentados en círculos muy restringidos del mercado, pero han pasado de puntillas, no obstante, por los cenáculos más populares en lo que algunos denominan como gesto de autodefensa, algo así como no tirar piedras contra su tejado por parte de las gestoras que en los últimos años han sido más activas en este capítulo. Pese a este pacto de silencio no escrito, de lo que tanto abundan por estos lares, hay gestores que han dicho ¡basta! y, sencillamente, han cerrado las puertas. Es decir, no brindan a sus clientes la oportunidad de invertir en compañías de capitalización media y pequeña.

El ocaso de los valores medianos en aquellos fondos que antaño mayor empeño pusieron en este tipo de compañías denota, ante todo, un empeoramiento de las expectativas tanto por la vía de las revaloraciones posibles como de los movimientos empresariales de los que se habla sin parar en los dos últimos años. Es decir, consideran los mejores gestores que la mayor parte de los valores pequeños y medianos están sobrecalentados y que, además, no se producirán las operaciones empresariales de las que se habla en cada esquina.

Hay muchas gestores, no obstante, que se han incorporado al fenómeno empujadas por la hambruna de pequeños inversores que siempre compran los fondos que más han subido en los años anteriores, es decir, cuando ya es tarde. Hemos repetido en numerosas ocasiones la facilidad que manifiestan el pequeños inversor y los gestores de turno para entrar tarde y mal en los fondos. Por eso, estas advertencias apenas tienen eco en los mercados.

Con o sin presión mediática, lo que subyace en este fenómeno es el miedo a quedarse atrapados en una jaula o ratonera de oro. El dinero empuja al cielo a valores pocos capitalizados, pero el papel, cuando presiona, los devuelve al infierno. No hay, por tanto, capacidad de maniobra salvo que el avisado inversor gestione sus dineros en estos valores justo en medio del desarrollo alcista. Se trata de no quedarse enjaulados por los siglos de los siglos, como ya sucediera en 1987.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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